El paté de hígado es una de esas recetas clásicas que muchas veces se compran listas en el supermercado, pero que en realidad pueden prepararse de forma sencilla en casa. Hacer paté casero no solo es más fácil de lo que parece, sino que además permite controlar los ingredientes, evitar conservantes y lograr un sabor mucho más auténtico y natural.
Dentro de las variantes más populares se destacan el paté de hígado de cerdo y el paté de hígado de pollo, ambos valorados por su textura cremosa y su sabor intenso. Aunque cada versión tiene sus particularidades, comparten una base similar que puede adaptarse según los gustos personales. Prepararlo en casa también resulta más económico y ofrece un resultado de calidad comparable al de las opciones gourmet, pero con un perfil artesanal.
La elaboración consiste en cocinar el hígado junto con cebolla, ajo y especias, para luego procesar todo hasta obtener una crema suave y homogénea. Algunas recetas incorporan vino, whisky o coñac, que aportan profundidad de sabor y ayudan a mejorar la textura final.
A continuación, la receta tradicional y fácil del paté de hígado casero, popularizada por Paulina Cocina.
Ingredientes
- 1/2 kg de hígado (puede ser de vaca o de pollo)
- 1 cebolla grande o 2 medianas
- 40 g de manteca
- 1 cucharada de pasta de ajo (o 2 dientes de ajo picados)
- 1/2 vaso de vino, whisky o coñac
- 2 cucharadas de crema de leche (o una grasa como manteca)
- Sal, pimienta y orégano, a gusto
Cómo preparar paté de hígado casero: paso a paso
- En una sartén a fuego medio, sin aceite, coloca la cebolla picada y dórala durante unos minutos.
- Agrega la manteca y una pizca de sal, baja el fuego al mínimo y revuelve durante 5 minutos hasta que quede bien transparente.
- Incorpora la pasta de ajo o los dientes de ajo picados y cocina 5 minutos más. Retira y reserva.
- Corta el hígado en cubos pequeños y colócalo en la misma sartén. Sube el fuego y sellalo por unos minutos.
- Añade una pizca de sal, baja el fuego y agrega el vino, whisky o coñac. Condimenta con pimienta y orégano.
- Cuando el hígado y la cebolla estén fríos, coloca todo en una procesadora.
- Suma la crema de leche o la manteca y procesa hasta lograr una pasta suave y cremosa.
Este paté de hígado casero es ideal para servir como entrada, untar en tostadas o acompañar con pan casero. Se puede conservar en la heladera por varios días y su sabor mejora con el reposo.
