«Entre zambombas, palillos y panderos», la alegría se ha colado esta noche en el Gran Teatro de Córdoba con la llegada de Niña Pastori. Vestida de un rojo navideño de lo más elegante, ha regalado una velada profundamente navideña, marcada por la emoción y el reencuentro, en un teatro que lucía desde hace tiempo el cartel de entradas agotadas.
Un espectáculo navideño lleno de energía
Niña Pastori ha presentado su espectáculo Feliz Navidad, un viaje musical que combinaba los villancicos de su disco navideño con los clásicos de la temporada, reinterpretados con su inconfundible sello flamenco. Desde los primeros compases, la artista ha contagiado su energía al público, que no ha dejado de palmear al compás de la guitarra y emocionarse con la voz cálida y potente de la gaditana.
Niña Pastori cantando en el Gran Teatro de Córdoba. / A.J.González
Momentos especiales
La cantante ha agradecido a los presentes el cariño y amor que siempre le han brindado, generando instantes de cercanía que han hecho que la noche se sintiera íntima, de tú a tú, pese al aforo completo.
Durante el concierto, temas como Camino de Belén, Amor amante y Navidad, Navidad se alternaban con otros villancicos más recientes como Yo vengo del monte, mostrando la diversidad de estilos que conviven en su visión de la Navidad. Pastori llegaba a Córdoba en su cierre de gira, «completa y feliz» por todas las alegrías que este disco le ha dado.
Blanca Navidad ha iluminado el teatro, que contenía hasta el aliento con la voz de la de Cádiz en uno de los momentos más íntimos de la noche.
Niña Pastori, con el público del Gran Teatro. / A.J.González
Palillos y Panderos, el himno de la Navidad
Sin duda, uno de los momentazos del concierto ha venido de la mano de Palillos y Panderos, el hit que ha marcado un año más las fiestas y que ha hecho vibrar al público desde los primeros acordes. Niña Pastori ha desgranado un repertorio lleno de bulerías, rumbas y toques salseros, respetando la esencia de cada villancico y llenando el Gran Teatro de emociones y compases alegres.
Sus coristas animaban al público con sus ritmos y bailes, mientras la complicidad entre músicos y cantante ha mantenido la energía de principio a fin. Así como tampoco ha faltado la energía y el arte de Chaboli, compañero fiel de Pastori en sus giras y muy querido también por el público.
Un cierre lleno de gratitud y emoción
Entre bailes, risas y aplausos, Niña Pastori ha cerrado la noche agradeciendo a su equipo y brindando al público una celebración navideña divertida y cálida, perfecta para cerrar el año con música, compás y buen humor. Además, el final del concierto traía un concurso, debajo de tres asientos, tres papeletas seleccionaban a los finalistas, de ellos, quién mejor cantara el villancico viral de la gaditana se llevaba un regalo, y Marcelo ha sido el afortunado, que volvía feliz a su butaca con su regalo rojo. Más de dos horas de concierto con una Niña que no se quería marchar y un público que le pedía que se quedera.
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