En España, ir al dentista supone pagártelo del bolsillo (si se puede): el 99% de las clínicas son privadas y existen, apenas, unos 1.300 profesionales en la sanidad pública. «Se habla mucho de salud bucodental, pero seguimos siendo el patito feo de la sanidad«, se queja en declaraciones a EL PERIÓDICO Óscar Castro, presidente del Consejo General de Dentistas. Un 44,94% de los españoles solo visita el dentista cuando tiene algún problema. Y un 20% de población lleva más de un año sin pisar una clínica para chequear su salud bucodental, según un estudio de Sanitas de este 2025.
La media de visitas al dentista en España se sitúa unas dos al año, explica Gabriela Aldana, técnico de Calidad Clínica e Innovación de Sanitas Dental, que subraya que una buena parte de la población todavía acude al dentista «de forma reactiva, es decir, motivada por la aparición de dolor, molestias o por un problema ya instaurado».
Un 20% de españoles lleva más de un año sin ir al dentista
Caries (40%), sensibilidad dental (37,7%), dientes astillados (22,1%), gingivitis o infecciones bucales (17,9%) o bruxismo (rechinar o apretar los dientes, 17,4%) son las complicaciones más comunes que llevan a los ciudadanos a acudir al dentista, de acuerdo a datos del mencionado estudio.
El precio de los tratamientos -teniendo en cuenta solo los básicos, no los de estética, que son mucho más costosos- es la principal barrera que separa a los españoles de las visitas al dentista. Presupuestos que fácilmente se elevan a varios cientos de euros, muchas veces son inalcanzables para familias trabajadoras que viven al día, lo que les obliga a pagar a plazos o a pedir un crédito para pagar. O a simplemente no ir.
«Mi hijo fue al dentista por dolor en una muela de juicio. Le dijeron que además tenía las encías inflamadas. Le hicieron un raspado. Más un escáner de la muela, más la extracción. Le vieron que tenía bruxismo y le recomendaron la férula. Total, 1.300 euros», relata Mayte, que no se vio capaz de dejar a su hijo sin el tratamiento completo, aunque ello le haya supuesto, en plena Navidad, un terremoto en la economía familiar.
«Harían falta por lo menos 10 veces más profesionales en la sanidad pública para poder hacer una cobertura adecuada»
Óscar Castro, presidente del Consejo General de Dentistas
Cuestiones tan básicas como un empaste dental (procedimiento utilizado para reparar y restaurar un diente dañado por caries o traumatismos) están entre los 55 y los 85 euros; la extracción de una pieza simple cuesta unos 54 euros; y una férula de descarga para el bruxismo ronda los 300 euros dependiendo de la clínica, el material y la tecnología utilizada.
Si hablamos de implantes dentales, el precio medio ronda los 1.550 euros por pieza (incluye cirugía y corona dental). En los más jóvenes, si un adolescente necesita ponerse unos brackets -en ambas arcadas con aparatología fija y metálicos– el montante medio supera los 3.000 euros. Más de 5.000 si se habla de ortodoncia invisible.
Los seguros dentales suponen solo el 3% del conjunto de primas
Un informe de la Fundación IDIS, también de este año, refleja, además, que la limitada cobertura pública y el alto coste de la asistencia han impulsado el crecimiento del seguro dental. Pero ni aún así: su adopción sigue siendo baja en comparación con otros seguros de salud. El volumen de primas supone solo el 3% del total.
Entre los jóvenes existe una mayor sensibilidad hacia la estética dental
«Los datos muestran que el gasto medio anual en salud bucodental es mayor entre las familias con personas más jóvenes, los hogares con hijos, quienes cuentan con algún tipo de seguro dental y aquellos pacientes que acuden de forma habitual a revisiones rutinarias», indica Gabriela Aldana.
En el caso de los jóvenes, además del componente preventivo, existe una mayor sensibilidad hacia la estética dental. «Reforzada por la influencia de plataformas como TikTok e Instagram. De hecho, según nuestro estudio de este año, el 90,3 % de las búsquedas relacionadas con salud bucodental en TikTok están vinculadas a la estética», indica.
La cartera pública
Para lo básico, este 2025 la cartera común de servicios de salud bucodental en el Sistema Nacional de Salud (SNS) ha ido incorporando de forma progresiva al colectivo de mayores de 65 años como nuevo grupo destinatario de las prestaciones públicas, comenzando por aquellas personas que están institucionalizadas.
El plan ya contempla que esa asistencia pública atienda, además, a los niños de entre 0 y 14 años (segmentada en tramos de 0-5, 6-12 y 13-14 años), mujeres embarazadas, personas diagnosticadas de procesos oncológicos del ámbito cervicofacial y personas con un grado de discapacidad reconocido igual o superior al 33%.
El doctor Óscar Castro, presidente de los dentistas / Consejo General de Dentistas
Insuficiente
El presidente de los dentistas, Óscar Castro, insiste en los vacíos existentes. «No se llega a los objetivos que queremos. Harían falta por lo menos 10 veces más profesionales en la sanidad pública para poder hacer una cobertura adecuada. Se hacen grandes lanzamientos de la ampliación de la cartera de servicios y luego todo queda en una entelequia», se queja.
Por otro lado, «cada comunidad autónoma tiene una legislación diferente, una forma de priorizar las situaciones y mientras que, en unas existen unidades de salud bucodental donde se intenta dar un tratamiento integral a los pacientes, en otras, ni existen, ni se les espera».
«Dependiendo de donde hayas nacido vas a tener mejor o peor salud bucodental»
Comunidades como Madrid o Murcia, pero sobre todo País Vasco y Navarra tienen planes de atención dental infantil públicos «verdaderamente ejemplarizantes», señala Castro, que asegura que «dependiendo de donde hayas nacido, vas a tener mejor o peor salud bucodental porque vas a tener unas atenciones diferentes».
Advierte de que, curiosamente, en España el número de dentistas ha crecido de forma notable y supera en densidad a la mayoría de los países europeos. «Es el país de Europa donde hay no solo un número mayor de dentistas, más de 43.000, sino de facultades de Odontología. Al final, tienen que emigrar porque aquí no encuentran trabajo», asevera.
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