Pedro Sánchez se toma su tiempo para la remodelación del Gobierno, sobrevenida por el adelanto de las elecciones en Aragón el próximo 8 de febrero a las que concurrirá como candidata del PSOE Pilar Alegría. La ministra de Educación y Deportes y portavoz del Gobierno se despidió este martes de sus compañeros en la reunión del Consejo de Ministros, pero su cese todavía no se ha oficializado. El jefe del Ejecutivo no planea hacer efectiva su salida y comunicar los cambios, al menos, hasta su vuelta de Bruselas, según fuentes de Moncloa. Previsiblemente el viernes, después de participar este miércoles por la tarde en la cumbre UE-Balcanes Occidentales y mañana en el Consejo Europeo, que podría prolongarse más de una jornada.
De ahí que los colaboradores del presidente del Gobierno tampoco cierren la puerta a que los cambios puedan producirse incluso el lunes, en función de si el viernes es o no “hábil”. El fin de semana estará marcado por las elecciones de Extremadura, con el sábado como jornada de reflexión.
De los cambios, que se mantienen bajo llave, Sánchez solo ha avanzado que la portavocía del Gobierno la ocupará otra mujer. Sin avanzar más sobre quién ocupará las carteras de Educación y Deportes o si se repartirán funciones entre otros ministros. Lo que sí ha descartado de las quinielas son nombres que habían sonado para sustituir a Alegría en la portavocía como los del ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, y el de Transición Digital y Función Pública, Óscar López.
En los últimos días, el presidente del Gobierno viene insistiendo en que su pretensión pasa por realizar un cambio “puntual”. Nombre por nombre, sin aprovechar para una remodelación en profundidad que impulse al Ejecutivo en medio de la crisis por los nuevos golpes por presunta corrupción y casos de acoso sexual en el PSOE, como ha exigido la vicepresidenta segunda de Sumar, Yolanda Díaz.
Se trata, sin embargo, de una prerrogativa que corresponde solamente al presidente del Gobierno y en otras ocasiones ha sorprendido a propios y extraños con estos movimientos. Ahora, a esta incertidumbre habitual se suma la presión de los socios y una sensación de fin de ciclo. Un fantasma que en Moncloa tratan de alejar al reivindicar que su hoja de ruta está a “prueba de bombas” y pasa por agotar la legislatura.
A la espera de su cese, Alegría ya ha despejado toda su agenda como portavoz y ministra para centrarse en la campaña de las elecciones en Aragón. «Hoy cierro cuatro años y medio como ministra del Gobierno de España. Qué enorme privilegio y qué eterno orgullo haber podido contribuir a la mejora de la educación, la FP y el deporte de mi país», trasladaba a través de la red social X para añadir «ahora inicio mi camino más emocionante». «Vuelvo a mi casa, a Aragón. Con todas las ganas y la fuerza para trabajar en la mejora social, económica y de derechos en mi tierra», concluyó.
Salto a Aragón
Alegría fue nombrada ministra en julio 2021, saltando al Consejo de Ministros desde la delegación del Gobierno en Aragón, y ostenta el cargo de portavoz desde 2023, cuando sustituyó a Isabel Rodríguez. Antes fue también portavoz del PSOE.
Como cierre de la que fue su última rueda de prensa en La Moncloa como portavoz, Alegría dijo regresar a su tierra con el «el corazón lleno, repleta de orgullo y sobre todo muy emocionada porque siendo para mí importante cerrar esta etapa, me siento profundamente y especialmente emocionada por porque vuelvo a mi casa». «¿Qué quieres que les diga? Yo, cuando Aragón llama, no pierdo ni un minuto», aseveró ya con el traje de candidata.
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