La Unión Europea ha cerrado este miércoles un acuerdo sobre las salvaguardas para proteger a los agricultores de los posibles efectos negativos de un acuerdo comercial con los países del Mercosur, que podría allanar el camino a su aprobación esta misma semana, cuando estaba previsto que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, viaje a Brasil para su firma.
El acuerdo con el Mercosur, que ha tardado un cuarto de siglo en negociarse, está un poco más cerca de concretarse. En una sola ronda de negociaciones, algo prácticamente inédito, la Eurocámara y los gobiernos europeos han pactado una serie de salvaguardas para fortalecer la protección de los agricultores. El objetivo de estas medidas es proteger al sector europeo de posibles aumentos repentinos de las importaciones de productos particularmente sensibles.
En particular, el acuerdo fija en un 8% el margen de incremento de las importaciones o la caída de los precios, con respecto a la media de años anteriores, que daría lugar a una investigación y posibles medidas por parte de la Comisión. Esto supondría un incremento del 3% con respecto a la posición de los gobiernos europeos y una rebaja del 2% con respecto a la propuesta de la Comisión. Los productos que figuran en la lista son el pollo, la ternera, los huevos o el azúcar. El acuerdo final ha permitido incluir también los cítricos.
El texto confirma los plazos previstos por la Comisión en su propuesta. El Ejecutivo comunitario tendrá seis meses en general y cuatro cuando se trate de productos sensibles para investigar los casos. Si se confirma que hay un potencial riesgo para el sector, Bruselas deberá introducir medidas en un plazo de 21 días. Esas medidas podrían ir hasta suspender las ventajas comerciales que el acuerdo ofrece para ciertas importaciones de manera temporal.
Según la Eurocámara, la Comisión se ha comprometido además a emitir una declaración «que asegure una alineación más potente de los estándares de producción que se aplican a los productos importados, especialmente en cuanto a bienestar animal y pesticidas en los países del Mercosur». Bruselas presentará además una guía para ayudar a los gobiernos nacionales a monitorizar la evolución del mercado. También vigilará el Ejecutivo que no se eluden las medidas de salvaguarda, cuando estas sean necesarias.
Camino a la aprobación
«Con esta y otras medidas, se han realizado grandes esfuerzos para abordar las preocupaciones y allanar el camino para la aprobación del crucial acuerdo entre la UE y el Mercosur», ha dicho Lars Løkke Rasmussen, ministro de Exteriores de Dinamarca, que ostenta la presidencia rotatoria del Consejo de la UE y estaba al mando de la negociación. «Es vital que la UE diversifique sus asociaciones comerciales y estratégicas en momentos como estos», ha añadido Rasmussen.
«Hoy enviamos un mensaje claro: podemos avanzar con el acuerdo del Mercosur sin dejar desprotegidos a nuestros agricultores», ha dicho el negociador jefe de la Eurocámara, el popular español Gabriel Mato. «Hemos acordado un mecanismo de salvaguardia firme, rápido y jurídicamente sólido que nos permite responder de manera oportuna a las perturbaciones del mercado y ofrece la certeza que el sector lleva tanto tiempo reclamando», aseguró
El próximo viernes, los embajadores de los países de la UE tendrán que valorar el texto del acuerdo con el Mercosur. Von der Leyen viajará a Brasil para firmarlo el sábado. Sin embargo, no está claro que las salvaguardas vayan a ser suficientes para países como Italia, Francia o Polonia, que han mostrado su rechazo al texto hasta el momento, exigiendo más protección y más tiempo.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró este miércoles que si la Unión Europea decide darle más largas al pacto comercial con el Mercosur y no se firma el próximo sábado, «no habrá más acuerdo», al menos mientras él esté gobernando. En Bruselas, algunos creen que no llegar a tiempo a la firma es poner al bloque al borde del precipicio.
Los líderes del bloque se reúnen este jueves. En las calles de Bruselas, organizaciones de agricultores y ganaderos de toda Europa han convocado una protesta. Exigen una Política Agrícola Común más justa, aliviar la carga administrativa al sector y mejores y más transparentes acuerdos comerciales. El pacto con el Mercosur, en principio, no está en la mesa del Consejo Europeo, pero acabará, inevitablemente, sobre la mesa. Aún quedaría, en cualquier caso, el respaldo del Parlamento.
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