Cada signo tiene su forma particular de enojarse. Algunos explotan al instante, otros se cierran en silencio, y algunos prefieren fingir calma mientras arde todo por dentro. La astrología revela cómo maneja cada signo esa emoción que todos intentamos controlar.
Aries: Estalla rápido y se le pasa rápido. Dice lo que piensa sin filtro, pero no guarda rencor. Su enojo es fuego que se apaga con la misma intensidad con la que empezó.
Tauro: Se contiene hasta que no puede más. Cuando se enoja, lo hace en serio. Su enojo es lento, profundo y difícil de revertir, porque no olvida fácilmente.
Géminis: Su enojo pasa por las palabras. Puede discutir durante horas o responder con ironía. Pero una vez que se desahoga, cambia de tema como si nada.
Cáncer: Se encierra en su caparazón. No grita, pero se distancia. Su enojo se traduce en silencios y miradas frías, hasta que se siente comprendido.
Leo: No tolera sentirse desvalorizado. Si lo hieren, su orgullo se enciende y puede reaccionar con dramatismo. Sin embargo, si lo reconocen, baja las defensas.
Virgo: Su enojo es contenido y analítico. No grita, pero sus palabras pueden ser filosas. Prefiere poner límites con argumentos antes que con gritos.
Libra: Evita el conflicto todo lo que puede. Pero cuando explota, sorprende. Guarda tanto tiempo lo que le molesta, que su enojo llega de golpe y con precisión quirúrgica.
Escorpio: Su enojo es profundo y silencioso. No siempre grita, pero su mirada dice todo. Si lo traicionan, no busca venganza inmediata… espera el momento justo.
Sagitario: Se enoja y se va. No le gusta discutir ni quedarse en un ambiente tenso. Necesita espacio para descargar su fuego y recuperar la calma.
Capricornio: Su enojo es frío, controlado. No pierde la compostura, pero su distancia es más fuerte que cualquier grito. Prefiere mostrar con hechos que algo se rompió.
Acuario: Reacciona desconectándose. Su mente se enfría al instante, pero su corazón tarda en volver. No grita ni discute: simplemente se apaga.
Piscis: Su enojo es emocional y confuso. Puede llorar, callar o desaparecer un tiempo. No soporta el conflicto, pero cuando se siente herido, su tristeza se vuelve visible.
