Un total de 361 días después de la mortal riada Levante-EMV ha ofrecido un nuevo dato sobre la actuación del president de la Generalitat, Carlos Mazón, aquella tarde. La información desvelada por este diario tras ser confirmada por el entorno del jefe del Consell y de la periodista Maribel Vilaplana, con la que comió aquel día, aporta que no se despidieron en el restaurante El Ventorro, como se había mantenido, sino que caminaron juntos hasta la entrada peatonal más cercana del aparcamiento Glorieta Paz, en València, a escasos minutos a pie, donde ella tenía su coche.
Este trayecto se produce después de la salida del restaurante, que la última versión de la periodista en la carta abierta que emitió el pasado 5 de septiembre, y no contradicha por el president, sitúa entre las 18.30 y las 18.45 horas (inicialmente había dicho que el almuerzo duró hasta las 17.30). A partir de ahí, con todos los datos recabados hasta ahora, existe un apagón sobre los movimientos de Carlos Mazón. Atendiendo a la horquilla ofrecida por Vilaplana, la llegada al aparcamiento es muy cercana en el tiempo a la última llamada telefónica del jefe del Consell antes de una desconexión de 37 minutos.
A las 18.57 horas, Mazón habla por teléfono con el secretario general del PPCV y portavoz parlamentario de la formación, Juanfran Pérez Llorca. La siguiente llamada, según la relación hecha pública por Presidencia, no se produce hasta las 19.34 horas. Habla entonces con el secretario autonómico de Infraestructuras, Javier Sendra, que tiene entre sus competencias la red de metro (a esa hora el centro de mando en València Sud ya se había inundado y aún continúa sin funcionamiento).
¿Qué sucede en ese lapso? Tanto Presidencia de la Generalitat como las fuentes autorizadas por Vilaplana aseguran que se despidieron en el acceso del parking. Presidencia agrega que el jefe del Consell se fue entonces caminando hasta el Palau de la Generalitat, en la calle Caballeros.
Se trata de una versión diferente a la que ofreció el propio Mazón en alguna de las entrevistas que concedió por el Nou d’Octubre. Lo que dijo de forma firme a Las Provincias es: «Pues de la calle Bonaire [ubicación del restaurante] se pasa a la calle de La Paz. De la calle de La Paz se pasa a la plaza de la Reina…» y así hasta la sede presidencial.
Sin embargo, para acompañar a Vilaplana hasta el acceso del aparcamiento tuvieron que ir en dirección contraria al Palau al llegar a la calle de La Paz. Es algo que Mazón omitió.
El trayecto es corto (en torno a dos minutos desde El Ventorro a un ritmo normal). De esta manera, debieron llegar entre las 18.45 y las 19.00 horas, siguiendo la secuencia horaria ofrecida por la periodista.
Parking con cobertura
En ese periodo de tiempo, entre las 18.24 y las 18.48 horas, Mazón atiende seis llamadas, algunas muy breves, de segundos, dos de ellas a la entonces consellera Salomé Pradas, y otras dos al presidente de la Diputación de Valencia, Vicent Mompó. También en esta franja se produce la polémica llamada al alcalde de Cullera, Jordi Mayor, del PSPV (18.28). La de las 18.48 es al director general de Comunicación, uno de los miembros del equipo de Mazón. Las dos últimas antes de los 37 minutos de silencio son a Pérez Llorca (18.57).
Levante-EMV ha podido constatar que en el citado aparcamiento existe cobertura telefónica en cualquiera de sus dos plantas subterráneas. Es posible realizar y recibir llamadas.
Las últimas revelaciones subrayan la trascendencia de esa desconexión telefónica de 37 minutos en los momentos más críticos de la riada, cuando en el Cecopi se vivían momentos de alta tensión. A las 19.00 la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, recibe la llamada de la alcaldesa de Paiporta, que le dice que el barranco del Poyo se ha desbordado y los vecinos están intentando salvarse. Es de ese momento, pasadas las 19.00 horas, la frase contundente de Mompó: «Enviad la alerta de una puta vez«.
Maribel Vilaplana está llamada a declarar por la jueza que instruye la causa, Nuria Ruiz Tobarra, el próximo 3 de noviembre como testigo. Lo que pueda aportar sobre lo que hizo Mazón tras acompañarla al aparcamiento será fundamental.
La escena de Mazón acompañando a la periodista tras el almuerzo hasta su vehículo, como si fuera un día normal, sin aviso rojo por lluvias extremas decretado por Aemet desde primera hora, contrasta con la tensión que se vivía en el Cecopi y con los daños que la dana estaba dejando en numerosos municipios de la provincia de Valencia.
Mazón ha reiterado que estaba «perfectamente» comunicado e informado de la dana durante la comida y las horas posteriores, hasta su llegada al Cecopi a las 20.28. Sin embargo, a pesar de lo que se estaba desatando, se dirigió caminando con la periodista hasta el aparcamiento.
De allí se fue caminando hasta el Palau, aunque nuevas fuentes señalan a Levante-EMV que su llegada no se produjo hasta cerca de las 20.00 horas (otros medios de comunicación también han publicado informaciones en este mismo sentido). Antes de entrar lo recibiría un asesor externo, Josep Lanuza, que es quien le traslada por primera vez la dimensión de la tragedia y le habla de que «hay muchos muertos», como ha publicado Levante-EMV, si bien el politólogo niega hoy este extremo.
Lo que se sabe hasta ahora es que a partir de las 19.34 Mazón reanuda su actividad telefónica con la llamada a Javier Sendra. Después habla con su jefe de gabinete (19.41), que estaba fuera de Valencia, y a continuación con la directora de la secretaría del gabinete de Presidencia, Pilar Montes (19.42), la entonces consellera Pradas (19.43) y la directora general de Organización, María Jesús García Frígols (19.44). Es decir, llama a algunos cargos de su equipo cercano en Presidencia, lo que puede contrastar con el hecho, que sostiene la Generalitat, de que ya estuviera en el Palau a esa hora.
La siguiente llamada es a las 20.10. Se produce en el coche cuando iba al Cecopi y la interlocutora es Pradas. Un minuto después sonó el Es Alert en todos los teléfonos.
