Las margaritas son plantas que llenan de color y alegría cualquier espacio, tanto en el jardín como en interiores. Su florecimiento más abundante ocurre durante la primavera y se extiende hasta los primeros días del verano, convirtiéndose en una de las especies más queridas por los amantes de la jardinería.
Aunque las más conocidas tienen pétalos blancos alrededor de un centro amarillo, existen muchas variedades con colores variados, que incluyen tonos amarillos, rosados, rojos, naranjas, morados e incluso azules. Con los cuidados adecuados en octubre, cuando la primavera está en pleno apogeo, podrás disfrutar de una floración intensa y prolongada.
Cuidados esenciales de las margaritas en octubre
Ubicación y luz: Las margaritas aman el sol. Para una floración óptima, colócalas en un lugar donde reciban al menos seis horas de luz directa al día. Si están en macetas, balcón o terraza son opciones ideales.
Riego moderado: Mantén la tierra ligeramente húmeda, evitando el encharcamiento, ya que el exceso de agua puede dañar las raíces y afectar la floración.
Renovación del sustrato: Octubre es un buen momento para renovar la tierra. Utiliza un sustrato fértil y bien drenado, y añade compost o abono orgánico para favorecer flores más grandes y resistentes.
Poda de flores marchitas: Retirar las flores secas estimula el crecimiento de nuevos brotes y mantiene la planta vigorosa durante toda la temporada.
Con estos simples cuidados, tus margaritas no solo florecerán con fuerza durante la primavera, sino que también se convertirán en las protagonistas del jardín, llenándolo de color, frescura y vida.