Todo el mundo conoce el Lamborghini Diablo, pero casi nadie al prototipo que lo llevó al extremo. El Diablo fue uno de los superdeportivos más influyentes de los años 90, mientras que el Pregunta se convirtió en una de sus interpretaciones más extremas y singulares, aunque para muchos sea un total desconocido.
Lamborghini Pregunta / Umberto Guizzardi
Lamborghini Pregunta / Umberto Guizzardi
Con motivo del 35º aniversario del Diablo, este concept vuelve a escena como una rareza fascinante dentro del universo Lamborghini. No fue un desarrollo oficial de la marca, pero sí una creación que partía de su corazón mecánico: el bloque V12 atmosférico de 5.7 litros, el mismo que animaba al Diablo SV, convenientemente ajustado para una nueva configuración.
Concebido como un biplaza descapotable de líneas extremas, este concept car fue desarrollado por la empresa francesa Heuliez en su estudio de Turín, bajo la dirección del diseñador Marc Deschamps. Lo que más llamaba la atención del Lamborghini Pregunta era su estética radical. La silueta, afilada y futurista, rompía con cualquier comparación posible. Su carrocería estaba fabricada íntegramente en fibra de carbono, un material habitual en la aviación militar y en la Fórmula 1, pero aún poco extendido entre los superdeportivos de calle.
Lamborghini Pregunta / Umberto Guizzardi
Entre los detalles más llamativos destacaban las puertas de apertura en tijera, el parabrisas envolvente, las grandes tomas de aire laterales y superiores y un color gris mate que evocaba directamente a los cazas de combate. A esto se sumaban unos grupos ópticos poco convencionales: ocho esferas luminosas en el frontal y diez en la zaga, reforzando su carácter casi alienígena.
Lamborghini Pregunta con puertas de apertura en tijera / Umberto Guizzardi
Esa inspiración aeronáutica no solo estaba presente en el exterior. El interior del Pregunta imitaba la distribución de una cabina de avión. El conductor tenía ante sí un puesto de mando diferenciado, mientras que el acompañante disponía de un espacio más orientado al confort. El ambiente, dominado por el color Azul Celeste en los asientos tapizados en Alcantara, estaba reforzado por una iluminación ambiental de fibra óptica y detalles en cristal.
Interior del Lamborghini Pregunta / Umberto Guizzardi
En cuanto a equipamiento, el concept iba un paso más allá de su tiempo. Incorporaba instrumentación digital Magneti Marelli derivada de la F1, pantallas en lugar de retrovisores (gracias a cámaras de visión trasera), sistema de navegación y un equipo de sonido avanzado. Elementos que, para 1998, anticipaban lo que años después sería habitual en los modelos de alta gama.
Motor del Diablo con alma propia
El corazón mecánico del Pregunta era el motor V12 atmosférico de 5.7 litros, ubicado en posición central y heredado del Diablo SV, aunque modificado para una configuración de tracción trasera. Entregaba 530 CV y 605 Nm de par, gestionados por una caja manual de cinco velocidades.
Lamborghini Pregunta / Umberto Guizzardi
La principal variación técnica respecto al Diablo de serie estaba en el sistema de refrigeración: los radiadores se reubicaron en el frontal, con una gran toma de aire integrada en el spoiler, mejorando el flujo y reduciendo el peso lateral.
En cifras, el Lamborghini Pregunta era tan funcional como espectacular: aceleraba de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos y alcanzaba una velocidad máxima de 333 km/h. Nada mal para un concept que muchos habrían imaginado solo como un ejercicio de estilo.