Los Mossos d’Esquadra investigan como posible homicidio la muerte del fundador de Mango, Isak Andic, que falleció el 14 de diciembre del año pasado tras caer por un barranco en el macizo de Montserrat. Los investigadores apuntan como sospechoso a su hijo Jonathan, que estaba a su lado cuando se precipitó al vació desde una altura de 150 metros, tal y como publica este jueves El País. El empresario tenía 71 años en el momento de su fallecimiento.
Según publica dicho medio, pese a que los agentes no cuentan con pruebas concluyentes que inculpen al hijo del empresario, las incongruencias en sus declaraciones han llevado al juzgado de instrucción 5 de Martorell (Barcelona) a cambiar la hipótesis del asesinato. Fuentes judiciales consultadas por Europa Press explican que el caso se mantiene bajo secreto de sumario.
En un primer momento, apenas dos días después del suceso, los Mossos concluyeron que Andic había sufrido un accidente fortuito. En marzo de este año continúaban apuntando a una muerte accidental.
Jonathan Andic, ahora sospechoso de la muerte de su padre, decidió en junio dejar todos sus cargos ejecutivos en el grupo de moda, donde ha sido los últimos 17 años el responsable de la línea masculina, Mango Man. El primogénito y heredero de la compañía junto a sus hermanas Judith y Sarah anunció entonces su intención de centrarse en el liderazgo de las sociedades patrimoniales de la familia
En declaraciones a Europa Press, fuentes próximas a la familia han asegurado que «no ha hecho ni hará comentarios en todos estos meses sobre el fallecimiento de Isaak Andic». Eso sí, quiere mostrar su respeto con las diligencias que se han practicado al respecto y seguirá colaborando como hasta ahora, con las autoridades competentes. También está segura de que este proceso terminará lo antes posible y se demostrará la inocencia de Jonathan Andic«, afirman las mismas fuentes respecto al entorno familiar.