Aunque a menudo se los tilda injustamente de fríos o distantes, los gatos pueden formar lazos profundos con sus dueños. Uno de los gestos más tiernos que los delata es cuando se tiran al suelo y se ponen boca arriba al verte. Este comportamiento, lejos de ser casual, tiene múltiples significados emocionales y sociales.
Un saludo lleno de afecto y confianza
Cuando un gato se da vuelta sobre su espalda al verte, está expresando alegría y confianza. Los felinos suelen adoptar esta postura cuando se sienten seguros y relajados. Es su forma de decirte “me alegra verte” o “me siento tranquilo contigo”.
Sin embargo, mostrar el abdomen no es una invitación a tocarlo. La panza es la zona más vulnerable del gato, y exponerla es un gesto de confianza, no de juego. Si intentas acariciarla, el gato podría reaccionar de forma defensiva.
Entre las razones más comunes por las que los gatos se ponen boca arriba para saludar se incluyen:
Felicidad: no puede contener su alegría al verte y se revuelca de entusiasmo.
Confianza: al mostrar su vientre, demuestra que se siente seguro contigo.
Relajación: tu presencia le transmite calma, por eso adopta una postura distendida.
Sumisión: algunos gatos jóvenes pueden hacerlo para mostrar respeto o rendición.
Además, muchos gatos aprenden que rodar en el suelo atrae tu atención. Si cada vez que lo hacen reciben caricias o golosinas, repetirán la conducta.
Marcar territorio con su olor
Rodar también puede ser una forma de marcar territorio. Al frotar su cuerpo contra el suelo o tu ropa, el gato deja su aroma y te “reclama” como parte de su entorno seguro.
Este comportamiento es más común al aire libre, donde los gatos compiten por territorio. Las glándulas odoríferas ubicadas en sus mejillas, patas y parte superior de la cabeza liberan feromonas que otros gatos reconocen fácilmente.
Si tu gato rueda en la tierra o el pasto, luego necesitará un buen cepillado para retirar polvo y restos. En cambio, si le impides hacerlo, podría compensarlo con marcaciones de orina, una conducta menos agradable.
Una manera de pedir atención o juego
A veces, rodar es simplemente una forma de llamar tu atención. Si lo hace cuando llegas a casa o cerca de la hora de comer, probablemente esté buscando interacción, juego o alimento.
Los gatos son muy rutinarios y repiten gestos que les han dado resultados positivos antes.
Si lo hace para jugar, ofrece juguetes con cuerda, plumas o punteros láser: satisfacen su instinto cazador y previenen el aburrimiento y la frustración.
Postura defensiva: una excepción
Aunque la mayoría de las veces rodar indica confianza, algunos gatos adoptan esta postura como defensa. En este caso, se acuestan boca arriba para tener mejor acceso a sus garras y prepararse ante una posible amenaza.
Si el gato muestra además señales como silbidos, mirada fija, orejas hacia atrás o la cola agitada, conviene mantener la distancia. En ese contexto, no está relajado: está listo para defenderse.
Gatas en celo: un comportamiento instintivo
Las gatas no esterilizadas pueden rodar en el suelo para indicar que están en celo. Es una forma de liberar feromonas que atraen a los machos.
Durante este período también pueden mostrarse más cariñosas, maullar con frecuencia, intentar escapar o marcar con orina.
Cuando el gato rueda y maúlla al mismo tiempo
Si tu gato rueda y maúlla, puede estar pidiendo comida, atención o ayuda. En algunos casos, podría intentar aliviar una molestia física, como una picazón.
Si observas que se revuelca constantemente y parece incómodo, revisa su piel: enrojecimiento, costras o pérdida de pelo pueden indicar dermatitis felina, un problema común causado por pulgas o alergias.
En resumen
Cuando un gato se tira al piso y se pone boca arriba frente a ti, lo más probable es que esté feliz, relajado y contento de verte. Es una muestra de afecto y confianza.
Aun así, es importante respetar su lenguaje corporal: no siempre desea contacto físico, y mucho menos en la panza. Con atención y observación, podrás reconocer cuándo ese gesto significa amor… y cuándo una advertencia.