Los tratamientos actuales contra el dolor crónico son efectivos, pero en muchos casos acarrean efectos secundarios que impiden su uso prolongado. La administración regular de morfina, por ejemplo, provoca pérdida de peso, constipación y el desarrollo de tolerancia a su efecto calmante.
A esa demanda responde la plataforma ‘Nu-Pain PHARMA’, un proyecto basado en nanotecnología y compuestos naturales que desarrollan María Eugenia Olivera y Karem Arrigoni Rodríguez, de la Universidad Nacional de Córdoba, junto a Carlos Laino y Florencia Elorriaga, de la Universidad Nacional de La Rioja.
Foto: Unam Global
Su trabajo se basa en la combinación de un ácido graso natural con un analgésico (morfina, metadona o cannabidiol), formulados de manera tal que, al entrar en contacto con los fluidos gástricos emulsionen en partículas de tamaño nanométrico. La emulsión se transforma en una mezcla en la que resulta imposible distinguir un elemento del otro.
En este sistema, el ácido graso se encarga de activar y potenciar el efecto analgésico del fármaco. La escala infinitesimal de las partículas, a su vez, no sólo mantiene estable el compuesto, sino que facilitaría una absorción más eficiente del conjunto por parte del organismo.
La clave del desarrollo innovador es el uso de nanotecnología y la combinación de moléculas farmacológicamente activas para lograr que el analgésico, que naturalmente no se disuelve en el ácido graso, pueda combinarse con él.
Foto: Unam Global
La Dra. en Ciencias Químicas, farmacéutica, investigadora del Conicet y una de las desarrolladoras de este sistema innovador, María Eugenia Olivera, le explicó al programa FUERTE Y CLARO de Canal 10 y el streaming de SRT Media que realizan un procedimiento especial hasta lograr una composición específica y la meta es lograr una partícula tan pequeña que incluso deje pasar la luz. En el intestino existen mecanismos de absorción capaces de ‘comer’ esas gotitas, siempre que posean ese tamaño nanométrico”.
Asimismo explicó sobre la nanotecnología para tratamientos contra los dolores crónicos que “es una estrategia que aplicada a la ciencia farmacéutica y específicamente a la farmacoterapia implica que uno por algún procedimiento, que hay muchos, se elige un procedimiento que permite que ese sistema que uno ha desarrollado, termine convirtiéndose en partículas muy pequeñitas que pueden direccionar su ingreso al organismo y de esa manera uno puede lograr diferentes cosas, por ejemplo, esas partículas tienen la capacidad de absorberse mejor en el organismo y entonces puede incrementarse la eficacia o a veces la superficie puede estar de alguna manera decorada, como se le llama, de modo tal que sea selectivamente captada por ciertos lugares del organismo. La nanotecnología se utiliza para dar un direccionamiento hacia la terapia que
uno está buscando, generalmente para lograr una mayor eficacia o para reducir los efectos adversos o ambos.”
Foto: captura de pantalla de Canal 10
Estamos hablando de dolores crónicos, por ejemplo, para hablar en términos cotidianos, el dolor de espalda, el dolor de la cintura, del ciático, los dolores de cabeza, la migraña, para esto se aplica esta innovación, le consultamos, y nos señaló que “esta innovación ha sido probada en un modelo animal de dolor crónico que es equivalente al dolor de la ciática, muchos otros dolores también tienen el mismo proceso, por lo general se vincula mucho con procesos inflamatorios, son dolores que por la extensión que tienen a lo largo de la vida realmente reducen la calidad de vida de las personas, el dolor crónico es una patología que está ampliamente extendida en la población y realmente no solamente tiene una implicancia a nivel de la salud de la persona, sino de su contexto familiar, la persona a veces no puede realizar lo que cotidianamente realizan otras personas y también tiene implicancias socioeconómicas, porque muchas veces se relaciona con el ausentismo, con la falta de productividad, etc., y sí, son ese tipo de dolores, ese que te aqueja cada día cuando te levantas, también por ejemplo los dolores que están vinculados al cáncer.”
Foto: Kinética Salud
Tratamientos para combatir los dolores crónicos
Olivera nos manifestó que “el tratamiento del dolor puede tener muchos tipos de terapias, por ejemplo uno podría con masajes, con otras cosas, ayudar a eso, pero también se requiere un tratamiento farmacológico, que este sería el caso. Por lo general se tratan con drogas que ya existen, pero estas drogas por lo general producen un desarrollo de tolerancia, que se llama, es como que el organismo se acostumbra a ese fármaco y cada vez vamos requiriendo una mayor cantidad o una mayor frecuencia, ese aumento en la dosis puede producir una mayor incidencia de los efectos adversos. Cuando el dolor es, además de crónico, severo, se utilizan sustancias que son fuertes, por ejemplo los opiáceos y que característicamente producen muchos efectos adversos. Lo que nosotros logramos con esta tecnología es una sinergia entre los componentes que tiene, que hace que se pueda utilizar una dosis tan bajita del fármaco, que si se lo administrara sola no tendría actividad terapéutica y por ende no tiene los efectos adversos.”
Foto: captura de pantalla de Canal 10
La importancia de ser un país con sistema científico
Para poner de relieve este trabajo, la Universidad Nacional de Córdoba, junto al CONICET, científicas y científicos de Córdoba y de la Argentina, que con el dinero de nuestros impuestos Investigan y logran estos desarrollos innovadores fue destacado por nuestra entrevistada al decir que “es un trabajo muy arduo en donde se invierte mucho tiempo, mucha vocación y se pone en juego todo el conocimiento que a lo largo de los años tanto los becarios como los directores hemos adquirido y bueno el objetivo de la ciencia, la innovación y la investigación está en eso, en poner todo lo que uno ha desarrollado y aprendido a lo largo del tiempo a disposición de la sociedad.”
Asimismo agregó que “un país que invierte en ciencia va a poder tener una soberanía farmacológica en este caso, si no lo producimos nosotros lo tendremos que traer de otro lado. La idea es que el país pueda tener sus propios desarrollos y bueno esos desarrollos requieren tiempo, dedicación y gente por detrás poniéndole el hombro.”
Las reflexiones de una científica de nuestra Córdoba, de nuestra República Argentina, creando conciencia sobre la importancia de financiar al sistema científico como corresponde, porque de esta manera se pueden fabricar aquí todos los medicamentos, la aparatología y los tratamientos y no hay que traerlos de afuera, que habría que pagarlos mucho más caros y además podemos exportar nuestra ciencia y que ingresen dineros al país gracias a los científicos de la Argentina.
Cómo se llegó al resultado esperado
En los estudios preliminares realizados en modelos con animales de laboratorio, esta estrategia permitió lograr el mismo resultado terapéutico, pero con dosis considerablemente más pequeñas, tanto que si se las administrara solas no tendrían ningún efecto.
La principal ventaja de este abordaje radica en que minimizar la dosis conlleva una reducción de las reacciones adversas y evita ciertos efectos psicoactivos asociados a determinadas drogas. Todo eso, sin comprometer su efecto calmante.
Si bien los experimentos son promisorios, sus impulsores advierten la necesidad de profundizar la investigación. Existen distintos parámetros y observaciones, cuyos mecanismos todavía permanecen bajo explicaciones hipotéticas, por cuanto requieren análisis y mediciones más extensivas.
A futuro, el equipo espera que esta innovadora propuesta pueda brindar a pacientes con dolor crónico un tratamiento más seguro para su salud integral.
Los autores del desarrollo: Carlos Laino (UNLaR), María Eugenia Olivera (UNC) y Karem Arrigoni Rodríguez (UNC).
Foto: UNCiencia
Una “plataforma” para mayor flexibilidad
Según publicó UNCiencia, el proyecto obtuvo el primer premio en la categoría “Productos, procesos y servicios” del certamen UNC Innova 2025. Se trató de la 11a edición del tradicional concurso de proyectos que impulsa la Secretaría de Innovación y Vinculación Tecnológica de la Universidad Nacional de Córdoba.
Técnicamente es una “plataforma farmacéutica”. Olivera lo explica: “Usamos mucho ese término en el campo de la tecnología farmacéutica. Alude a un sistema que puede ser aplicable a diferentes situaciones y en el que puedo reemplazar ciertos componentes en función del resultado esperado”.
Llevado a la práctica, este planteo otorga mayor flexibilidad porque permite utilizar distintos ácidos grasos y diferentes analgésicos, sin necesidad de limitarse a combinaciones fijas. “Como la clave es la técnica para lograr la combinación y poder convertir la fuente del ácido graso en un sistema autoemulsionable, yo podría hacer pequeños cambios y disolver la droga A, la B o la C”, explica la científica.
La iniciativa ha recibido más distinciones en el pasado. En 2014 el Senado de la Nación había aprobado una declaración de interés en torno a la investigación “Composición farmacéutica y tratamiento farmacológico innovador para el dolor”.
En 2013 y 2014, también había sido distinguida por el comité evaluador de la “Tech Connect World – National Innovation Summit & Showcase”. En aquel entonces, había sido la única innovación premiada de América latina.
Desde entonces, la idea de base sobre la que se sustenta la propuesta del equipo de investigación se encuentra en proceso de patentamiento. Como la protección intelectual resguarda la manera original de abordar el problema, que se mantiene desde entonces, el inicio de la tramitación no impide que el equipo siga investigando posibles modificaciones o mejoras al sistema.
Próximamente, a través de la medicina traslacional y en base a estudios preclínicos del propio equipo, realizarán un estudio clínico en pacientes que debieron realizarse una colecistectomía laparoscópica para extirpar su vesícula biliar y presentan dolor agudo posquirúrgico. El objetivo es evaluar la eficacia y seguridad de la combinación de la morfina y el ácido graso en esa condición.
