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El Córdoba CF sobrevive al castigo del Racing con un milagro en el tiempo añadido

Milagro, resistencia y desahogo. Así puede definirse una noche que coqueteó con el desastre y terminó dejando un punto con sabor a gloria para el Córdoba CF, aunque bajo el evidente reflejo de múltiples carencias (2-2). El Arcángel vivió un relato que transitó del dominio sin premio a la condena por la pegada del Racing de Santander, hasta desembocar en un desenlace milagroso en el descuento. Los dos zarpazos visitantes y un Andrés Martín que volvió a ejercer de verdugo en su antigua casa oscurecieron el panorama, al que se sumó la expulsión de Jacobo. Sin embargo, un arreón final marcado por la fe y el empuje -más corazón que fútbol, ciertamente- rescató un empate de oro que, pese a su valor, no bastará para que los blanquiverdes escapen del descenso esta jornada. Y tocará tomar apuntes…

Banquillo para Carlos Marín

El duelo arrancó con urgencias, dados los resultados externos que derivaron en una situación algo tensa para la parroquia blanquiverde: partir frente a los cántabros en zona roja, donde se han acabado quedando. Y es que el triunfo del Albacete ante el Real Valladolid había redibujado la parte baja de la tabla, colocando al combinado califal como cabeza de serie en esos puestos de peligro, con apenas cuatro puntos de 15 posibles antes de medirse al Racing de Santander. Se entiende, por tanto, que la apuesta de Ania fuera orientada a un fin claro: sellar un triunfo casi obligado para coger algo de oxígeno en este accidentado inicio de campeonato.

Y bajo esa premisa, la gran novedad llegó bajo palos, donde Iker Álvarez tomó el relevo de un Carlos Marín altamente cuestionado tras sus últimas actuaciones. El almeriense se quedó en la banqueta por primera vez esta temporada, después de un buen puñado de errores puntuales que ya habían reabierto el debate en la grada… y ahora parece que también en el vestuario. No se lo pensó el técnico asturiano, dando entrada al andorrano para que sumase sus primeros minutos. Eso sí, por delante, la defensa no presentó sorpresas: Carlos Isaac se mantuvo en el lateral derecho ante la ausencia de Carlos Albarrán. En el eje repitieron Fomeyem y Xavi Sintes, con Vilarrasa ocupando el costado izquierdo. En definitiva, la misma zaga que ya hizo aguas en el Nou Estadi Encamp días atrás.

De la medular hacia adelante tampoco hubo demasiado movimiento. Isma Ruiz y Pedro Ortiz fueron las piezas fijas de la medular, junto a Jacobo González en labores de mediapunta. Después, Medina y Carracedo -de regreso al once- se repartieron las bandas, mientras que Sergi Guardiola volvió a aparecer como la referencia en punta.

Iker Álvarez da instrucciones a sus compañeros durante una acción a balón parado del Racing. / A.J. GONZÁLEZ

Con todo, o casi, también había salido José Alberto López por el otro lado. Especial cuidado hubo inicialmente sobre la ofensiva racinguista, en la que el arsenal de nombres era menudo, incluso dejando algunos para más tarde… El estandarte fue el exblanquiverde Andrés Martín, bien secundado por otros talentos como Jeremy o Sangalli. Sorpresivas se antojaban a su vez un par de suplencias: las de Villalibre e Iñigo Vicente. Dos de los baluartes del entramado cántabro -y sobre los que había avisado Ania en la previa- que no saltaron de inicio al cruce en territorio cordobés.

Guardiola, Jacobo… y Álvarez

Sin embargo, mimbres había para inquietar desde los primeros compases, pero en ambos bandos. Lo confirmó Jacobo, a los seis de juego en una puesta en escena de lo más eléctrica. En posición dudosa arrancó el madrileño, que se plantó en el área visitante tras un envío a la espalda de Vilarrasa y no pudo encontrar ni a Sergi Guardiola ni Carracedo para sacar el remate ante Jokin Ezquieta. Fue ese el primer conato de peligro dentro de un arranque más colorido de los blanquiverdes. Y es que sufría el Racing de inicio, con Mantilla y Manu Hernando amonestados -ambos por frenar transiciones de peligro- en apenas diez minutos de pleito.

Más frescura, fluidez e ideas estaban poniendo los locales, dispuestos a resarcirse bien temprano. Otro zapatazo de Jacobo, desde casi 30 metros, volvió a evidenciarlo, pero más clara aún la tuvo Jeremy, lances después exigiendo una mano antológica de Iker Álvarez por abajo. De esas que valen prácticamente lo mismo que los goles… Fue el bautizo del internacional andorrano, que igualmente había arrancado activo a la hora de de dar salida al balón desde atrás. En el otro arco también andaba entonado su homólogo, un Ezkieta que sobre el ecuador del primer acto tuvo que volver a intervenir para repeler un buen centro-chut de Jacobo, otro entonado.

El reloj corría y las voces las estaba pegando el Córdoba CF. En una de esas, tras una acción fortuita entre Isma Ruiz y Gustavo Puerta, el colombiano acabó tocado y tuvo que ser sustituido. En su sitio entró el jovencísimo Sergio Martínez, de 18 años, con mucha cita por delante. Carlos Isaac, por su parte, también rondó el 1-0, pero su disparo se enredó en las piernas de Javi Castro tras una acción ensayada desde la esquina. Algo parecido le pasó a Sangalli, que volvió a encontrarse con un Iker Álvarez descomunal para evitar la diana santanderina, en la primera de una secuencia de ocasiones tremenda: después, la tuvieron Jacobo, Vilarrasa y Kevin Medina, todos sin demasiada fortuna en el nintendo de abrir la lata.

Sergi Guardiola, durante un lance del Córdoba CF-Racing. / A.J. GONZÁLEZ

Porque los de El Arcángel funcionan, pero a menudo por patrones. Juegan, dominan, pero perdonan… Y si no lo hacen, los de enfrente se encargan de sacar balones de todo tipo. Que se lo dijeran una vez más a Ezkieta sobre el 33’ de partido, en un chut cruzado de Guardiola que el meta anuló cuando en la grada ya había algún atrevido con la bufanda al viento. Motivos había, porque todos parecían estar enchufados. Vilarrasa se atrevió con dos caños en una baldosa y levantó los olés, mientras que Sergi, de nuevo, a punto estuvo de inaugurar la cuenta de cabeza. El recital de Álvarez no era para menos a unos cuantos metros de distancia, con otra mano salvadora ante Sangalli que echó el cierre a la primera mitad.

Del déjà vu al milagro

El inicio del segundo acto no trajo alivio, es más, todo lo contrario. Jeremy avisó pronto, aprovechando una desconexión en la zaga califal para inquietar la portería de Álvarez, aunque la jugada quedó anulada. El Córdoba CF mantenía la posesión, pero el acierto volvió a ser patrimonio rival. Lo certificó el exblanquiverde Andrés Martín, precisamente, que culminó una brillante acción individual de Sangalli para adelantar a los de José Alberto López. Y el golpe pudo ser mayor: Sergio Martínez rozó el segundo tras una internada maradoniana que terminó encontrando la madera.

Se repetía la historia. Llegadas, ocasiones, dominio… pero sin gol. Porque la sensación de déjà vu con este tipo de encuentros hace tiempo que empezó a preocupar por El Arcángel. En la sexta jornada de la 2025-2026, tampoco cambió un ápice. Pasada la hora de juego, se intercambiaron los papeles y fue Andrés Martín, tras un carrerón, el que habilitó a Sangalli para poner el 0-2 en el marcador aún con los de Ania tambaleantes. Solo una acción casi cruel, por la mala fortuna, pudo zanjar ese arreón racinguista, merced de un Sergi Guardiola que se topó igualmente con el palo después de cuerpear cual pívot de fútbol sala en plena área visitante.

Porque la falta de puntería, mordiente o quizá, incluso de ideas arriba, así como la nefasta gestión de los tiempos en la retaguardia, explican mejor el porqué el Córdoba CF se ha visto inmerso en estas tesituras nada más arrancar su segunda temporada consecutiva en el fútbol de plata. Y es que tal grado de fragilidad en ambos polos del campo solo puede ser sinónimo de una cosa: de derrotas. Quedaba tiempo y eso trató de evitar Vilarrasa, recortando distancias entrado el tramo final aprovechando un envío de Carracedo tras un par de rechaces en las cercanías de Ezkieta.

Todo parecía que iba a dejar la rebelión en intento, máxime tras la segunda amarilla a Jacobo González, que había llevado el asunto a otro perfil -con uno menos, sin una pieza clave y volcados ante una defensa bien pertrechada-, pero la escaleta dio un giro en el descuento. En un salto con Salinas, el zaguero visitante impactó con la mano en el rostro de Rubén Alves y la acción terminó revisada en el VAR. El veredicto fue claro: penalti. Desde los once metros, Carracedo asumió galones y no titubeó para firmar el 2-2, desatando la sensación de auténtico milagro en un El Arcángel. Y con ella cayó el telón.

Ficha técnica

2 – Córdoba CF: Iker Álvarez, Carlos Isaac, Fomeyem, Xavi Sintes, Vilarrasa, Isma Ruiz, Pedro Ortiz, Jacobo, Kevin Medina, Carracedo y Sergi Guardiola. Entrenador: Iván Ania.

Cambios: Theo Zidane por Pedro Ortiz (57’), Rubén Alves por Xavi Sintes (57’), Fuentes por Kevin Medina (77’), Requena por Carlos Isaac (82’).

2 – Racing de Santander: Ezkieta, Mantilla, Manu Hernando, Castro, Salinas, Aldasoro, Puerta, Andrés Martín, Canales, Sangalli y Jeremy. Entrenador: José Alberto López. 

Cambios: Sergio Martínez por Gustavo Puerta (23’), Villalibre por Jeremy (71’), Iñigo Vicente por Sangallí (71’), Facu por Manu Hernando (90’), Suleiman por Canales (90’).

Goles: 0-1 (51’) Andrés Martín. 0-2 (61’) Sangalli. 1-2 (73’) Vilarrasa. 2-2 (95’) Carracedo (p.).

Árbitro: Carlos Muñiz (C. Aragonés).

Tarjetas: a Mantilla (8’), Manu Hernando (10’), Salinas (95’). Expulsó al local Jacobo (78’).

Estadio: Bahrain Victorious Nuevo Arcángel, ante 15.809 espectadores.

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