Andalucía podría dejar de ser la comunidad con más habitantes de España en un futuro próximo. Así lo lamenta el consejero de Justicia, Administración Local y Función Pública, José Antonio Nieto, que defiende que si no se actúa y si no se pone «encima de la mesa una serie de medidas muy audaces y muy determinadas, Andalucía va a dejar de ser la comunidad autónoma más poblada después de siglos siéndolo.
La Junta se ha propuesto que en 2050 haya 10 millones de andaluces y ya se ha puesto manos a la obra. Fomentar el teletrabajo, subvencionar la natalidad o facilitar el acceso a la vivienda son algunas de las medidas que la consejería de Justicia desarrolla para alcanzar este objetivo. Desde el año 2000, Andalucía ha crecido en 1,3 millones de habitantes hasta alcanzar los 8,7 millones de andaluces en abril de 2025 y la Junta espera repetir estos números dentro de otros 25 años.
«El Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía establece tres escenarios y el más optimista nos lleva aproximadamente a esa cifra». «Hay otro intermedio que en el año 2050 nos llevaría a prácticamente permanecer en la misma población que tenemos ahora mismo, 8.600.000, pero es que hay un escenario pesimista en el que perderíamos casi 500.000 habitantes«, prosigue explicando sobre las tres posibilidades que se barajan.
Andalucía puede abandonar el pódium
Nieto explica a Europa Press que «al ritmo de crecimiento que tiene hoy Cataluña, Madrid, Valencia, Andalucía está abocada a dejar de ser la comunidad autónoma más poblada si no trabajamos bien esa gestión». «Para Andalucía es muy importante ser la comunidad más poblada«, asegura para subrayar que es «la comunidad autónoma con más costa; la segunda con más territorio; la primera con más superficie agraria en activo; la comunidad con más espacios naturales protegidos».
Aunque la Junta defiende que no hay un problema demográfico en Andalucía, todas las provincias andaluzas han experimentado un crecimiento negativo en 2023, año que la Consejería toma como referencia, a excepción de Almería. Ahora, con este plan buscan «ralentizar o incluso revertir estos procesos» de despoblación que padecen algunos territorios de la comunidad para poder alcanzar el objetivo fijado de los 10 millones.
«No podemos dejarlo ir a ver a dónde nos lleva el destino«, insiste mientras señala esa meta de los 10 millones de habitantes como «reto en positivo», antes de ofrecer argumentos para considerar que ese objetivo es factible si se repara en la trayectoria de los últimos 25 años, franja de tiempo donde señala que «Andalucía ha crecido en 1.460.000 habitantes» y cree que «si crecemos en apenas 1.300.000 en los 25 siguientes llegamos a los 10 millones de habitantes».
El desarrollo económico
Según sostiene Nieto, «sin ir contra nadie», su cartera cree «que Andalucía tiene una serie de factores que no se han aprovechado bien en el pasado, pero que pueden ser muy útiles en el futuro para asentar ese liderazgo y la población es uno de ellos». Por ello insiste en que no están haciendo «una propuesta que esté fuera de foco», por lo que esgrime de nuevo la contribución del IECA para indicar que en 2023 «el saldo poblacional en Andalucía es de más 60.000 habitantes y por una regla de tres, esa cifra de 60.000 habitantes durante 25 años, «nos lleva a casi un millón y medio de habitantes».
El consejero avisa de que «tenemos que trabajar en materia de movimientos migratorios interiores dentro de España» porque «en este momento hay más andaluces que salen a otras comunidades que personas que viven en otras comunidades que vienen a Andalucía» y precisa que «eso hay que invertirlo». Aun así sostiene «Andalucía es la comunidad más poblada porque tenemos ese saldo migratorio positivo, con una presencia importante de inmigración, con un papel decisivo» y apuesta por «una inmigración regulada, ordenada, con sentido, en el que haya primero una demanda y esa demanda se ocupa, no al revés, no que llegan las personas que no saben qué hacer».
Nieto blande que el desarrollo demográfico descansa sobre «dos vectores», uno de los cuales es «la población y dónde se ubica la población y otro tiene que ver con la influencia en el desarrollo económico» y reclama seguidamente «conseguir que el crecimiento en población no provoque que no mejoremos en renta per cápita«. «Tenemos que crear productos interiores brutos a mayor ritmo de lo que crezca la población porque tenemos que seguir subiendo en renta per cápita«, plantea el consejero de Justicia como reto añadido al estricto crecimiento de la población andaluza.
«Si volviéramos a la tasa de natalidad de hace menos de una década, ya estaríamos en saldo vegetativo positivo o, por lo menos, un saldo vegetativo cero, que es lo que la Comisión Europea está tratando de buscar», abunda sobre la contribución al crecimiento de la población de Andalucía por crecimiento vegetativo o contribución de la migración. Con todo, apunta que «esta estrategia se tendrá que revisar en 2030» y que entonces «se tendrá que dar otro paso y se tendrá que afinar mejor las medidas de ese momento«.