InicioSociedadUn PRO cada vez menos amarillo. Macri cede terreno a LLA

Un PRO cada vez menos amarillo. Macri cede terreno a LLA

Luego del experimento realizado en la provincia de Buenos Aires, las negociaciones entre el partido amarillo y el violeta en la ciudad que gobierna el PRO arrojaron el mismo resultado. El partido de Mauricio Macri, surgido tras la crisis de 2001 para representar los intereses más duros del establishment, sigue desangrándose. En esta ocasión, el “Jefe” Milei (Karina) volvió a imponerse sobre los de Mauricio a la hora de diseñar las listas de la Capital de cara a las elecciones de octubre.

A poco tiempo del cierre de listas para las elecciones legislativas del 26 de octubre, el PRO y la Libertad Avanza (LLA) sellaron un acuerdo para competir en con una lista unificada en la Ciudad de Buenos Aires. Un distrito en el que hace dos décadas viene dominando el macrismo, en esta oportunidad, los libertarios lograron imponer sus condiciones. A pesar de gobernar la ciudad, el triunfo mileista, en las legislativas porteñas celebradas el pasado mayo, tuvo mayor peso para digitar la composición de las listas. Estas negociaciones abren paso a una nueva configuración en los partidos de la derecha.

A poco tiempo del cierre de listas para las elecciones legislativas del 26 de octubre, el PRO y La Libertad Avanza (LLA) sellaron un acuerdo para competir con una lista unificada en la Ciudad de Buenos Aires. En un distrito que el macrismo domina desde hace dos décadas, esta vez los libertarios lograron imponer sus condiciones. A pesar de gobernar la ciudad, el triunfo mileista en las legislativas porteñas de mayo parecería ser el elemento que tuvo más peso para definir la composición de las listas. Negociaciones que abren paso a una nueva configuración en los partidos de la derecha.

Los términos del acuerdo

De la misma manera que sucedió en la provincia de Buenos Aires, los mandos de los armados electorales estuvieron bajo el control de Karina Milei. “El Jefe”, como la denomina su hermano, mantuvo el poder de veto para decidir qué figuras del PRO pueden —o no— participar en la lista unitaria.

Un detalle simbólico, pero revelador del momento que atraviesa el macrismo, es el color de la boleta. Como ocurrirá en las elecciones bonaerenses, en Capital Federal el amarillo desaparece y se tiñe de violeta. Bajo el título “Alianza La Libertad Avanza”, el PRO pierde hasta su presencia simbólica.

En cuanto al armado de las listas, la propuesta republicana surgida a principios de los años 2000 ni siquiera alcanza el podio. Aunque los libertarios le concedieron puestos entrables (con chances de acceder a una banca), los nombres del PRO aparecerán recién en el quinto y sexto lugar. Entre los posibles candidatos macristas —aún sin confirmar— se mencionan a tres exponentes del núcleo duro: el exsecretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis; la abogada y consejera de la Magistratura, Jimena de la Torre; y el excoordinador de Políticas Públicas de Cambiemos, Hernán Iglesias Illa. Sin importar los nombres propuestos por el partido amarillo, las primeras cuatro posiciones solo tendrán candidatos libertarios.

Para el Senado, la situación es aún peor para el PRO: no tendrá candidatos propios. Aunque todavía no se definieron los nombres oficiales, todo indica que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, encabezará la lista libertaria.

Negociaciones y tensiones

El acuerdo llegó tras días de tensión, con Mauricio Macri criticando inicialmente la “posición dominante” que exigían los libertarios. La derrota del PRO en las PASO porteñas (donde quedó tercero) y el avance de LLA en otros distritos obligaron al macrismo a ceder. La negociación final se cerró entre Pilar Ramírez (LLA) y Ezequiel Sabor (PRO), con el aval de Jorge Macri, pese a su conocida rivalidad con Javier Milei.

Los resultados en Capital —y tras lo ocurrido en la provincia de Buenos Aires— dejan al PRO herido de gravedad. El retroceso es tal que el veto mileista excluyó a figuras clave del macrismo, como la exgobernadora María Eugenia Vidal. Además, la cúpula del PRO priorizó la alianza con LLA antes que reconstruir la coalición tradicional con radicales y la Coalición Cívica.

En medio de la crisis y con Milei en el gobierno, el establishment intenta reorganizarse. Tras las últimas elecciones, donde la baja participación fue un elemento clave, al PRO parecería que la necesidad lo hace optar por el pragmatismo para evitar otra debacle como la de Silvia Lospennato. Sin embargo, las tensiones internas —entre aliados (Bullrich, Ritondo) y resistentes (Vidal)— siguen latentes.

Para los libertarios, un buen resultado en octubre les daría oxígeno frente a las presiones económicas y sociales. Aumentar su bancada es clave para cumplir con las reformas exigidas por el FMI a partir de 2026.

Estos acuerdos, a nivel nacional, van medianamente por el mismo rumbo. En la provincia de Buenos Aires, el PRO sucumbió frente a los libertario. En Entre Ríos, Frigerio compartiría armado con LLA. En Córdoba, Misiones y La Pampa, el PRO avaló alianzas similares. Nacho Torres (Chubut), a pesar de ser un gran alumno de Milei, competirá en contra del armado libertario, un caso parecido al de Pullaro en Santa Fe.

En las próximas horas se espera el anuncio formal de la alianza en la Ciudad de Buenos Aires. Con esta nueva noticia el gobierno libertario, vuelve a la salir fortalecido por el signo obtenido en estas negociaciones. El PRO, ese partido que se ofrecía como recambio en los primeros años de la década del 2000, hoy se muestra muy debilitado.

Como sucede con todos los partidos tradicionales, creados por el régimen, nada tienen que ofrecer para los trabajadores, con este tipo de disputas. Estas peleas hay que enmarcarlas teniendo en cuenta quienes son los personajes que las desarrollan. El PRO, es ese partido amarillo que; castigó a los jubilados en 2017 con la reforma previsional; y es el mismo que nos trajo de nuevo al FMI (con Luis Caputo como protagonista), por resaltar algunos episodios del macrismo. Y La Libertad Avanza, es el que se jacta de aplicar el ajuste más grande la historia, para cumplir con las exigencias del Fondo Monetario y la embajada estadounidense, mientras todos los miércoles reprime jubilados y trabajadores.

Lo único rescatable de estas negociaciones es que dejan en claro quiénes serán los ejecutores del ajuste exigido por el empresariado, los organismos internacionales de crédito y el capital extranjero.

Más noticias
Noticias Relacionadas