El economista David Miazzo analizó en Canal E los desafíos que enfrentó el campo argentino tras la volatilidad cambiaria y un récord de liquidación de divisas del agro. Miazzo explicó: “Tuvimos un mayo, junio y julio récord en términos de liquidación de divisas, en gran parte porque con la baja temporal que finalizaba el 30 de junio se aceleró la declaración jurada de ventas interiores por parte de los exportadores”. Además, aclaró que ese ingreso “no estuvo motorizado por una producción récord ni por un precio récord, sino que, en parte, se adelantaron liquidaciones de exportaciones que se terminarán dando en los próximos meses”.
Esto implicó que “parte de los dólares adicionales que ingresaron en julio no van a ingresar en agosto, septiembre, octubre, por ese adelantamiento que se produjo”. Miazzo detalló que el pico de liquidación de divisas “solía darse entre abril y julio, para caer hasta noviembre, donde en diciembre, enero, retomaba por la cosecha fina de trigo”. Por eso, anticipó: “Tres o cuatro meses de bajo nivel de oferta de los agroexportadores”, justo cuando persistía “un fuerte nivel de demanda por importaciones, déficit turístico y otros factores” que presionaron sobre el dólar.
Tasas altas, enfriamiento económico y control del dólar
Miazzo expuso dos escenarios posibles: tasas altas o tasas bajas. Si el gobierno mantuvo “tasas altas para mantener el dólar anclado y que no se disparara la inflación”, esto enfrió la economía. “El costo financiero fue más alto para las personas y las empresas”, advirtió. Con tasas reales arriba de 20 puntos positivas, “eso impactó en la actividad económica”.
Por otro lado, advirtió: “Si bajaban las tasas, podría configurarse un escenario donde el dólar pudiera subir más y probablemente no fuera el escenario buscado por el gobierno antes de la elección”.
El economista explicó que la política monetaria de aquel momento “apuntó a evitar una corrida cambiaria en un contexto electoral: ‘Sostuvieron tasas altas y luego de las elecciones verán’”.
Pass-through y precios: impacto desigual según el sector
Respecto al traslado a precios (pass-through) del salto del dólar, Miazzo detalló que el impacto “fue directo en sectores transables como autos o combustibles: hubo bienes muy estrictamente dolarizados, como los autos, donde esa transmisión de la suba del dólar a los precios fue muy directa”.
Sobre alimentos, sostuvo: “El pase a precios también tendió a ser más o menos rápido”, aunque la oferta y la demanda “demoraron el impacto en otros rubros, sobre todo en servicios, donde el pass-through resultó mucho menor que en años de mayor inflación”.
Consumo, poder adquisitivo y desafío del riesgo país
Sobre el consumo, observó: “Vimos las estadísticas y alguna recuperación del poder adquisitivo hubo. Desde marzo del año pasado, que fue el piso, llevamos una recuperación de compra de los salarios de cerca del 20% desde un segundo subsuelo”. Sin embargo, aclaró: “A gran parte de la población esa recuperación no le alcanzó. Aunque crecieron los indicadores de consumo básico, partieron de niveles muy bajos”.
Respecto al riesgo país, consideró: “Fue el próximo gran desafío del equipo económico. El próximo puente iba a ser un riesgo país por debajo de los 600 puntos, que permitiera refinanciar los vencimientos de deuda”. Y advirtió: “La duda central era si el país iba a tener los dólares para pagar o no pagar”.
Estrategias productivas: prudencia y ajuste
De cara a la nueva campaña, Miazzo recomendó “una actitud más bien prudente, porque los números resultaron bastante finos, los precios internacionales estuvieron relativamente bajos. Debió predominar una actitud conservadora, bajo nivel de apalancamiento y cuidado con los alquileres”.
En cuanto a cultivos, afirmó: “El maíz mostró mejores márgenes que la soja, aunque fue un cultivo mucho más caro de hacer y requirió mayor inversión, lo que lo hizo más riesgoso en un año de márgenes estrechos”. Además, un invierno con heladas redujo el temor por la chicharrita, lo que favoreció al maíz.
El economista concluyó que el agro “aportó el 80% de las divisas netas del país y que, pese a la baja de retenciones, la recaudación terminó siendo récord por el adelantamiento de ventas”. Para los próximos meses, advirtió que “el desafío fue navegar la volatilidad, sostener la prudencia y esperar mejores condiciones externas y políticas para el sector”.