La presión cambiaria vuelve a sentirse en la antesala al cierre del mes. En el acumulado de julio, el precio del dólar avanzó más de 9% en todas las versiones, en medio de la caída estacional en las liquidaciones del agro, volatilidad en las tasas de interés y cercanía del proceso electoral. Uno de los temores es que una eventual corrida cambiaria o salto de la cotización afecte la tendencia de la inflación a la baja.
Por ahora, de acuerdo con las consultoras privadas que realizan mediciones, el avance del tipo de cambio no ha generado un traslado a los precios de la economía. Por lo menos, no de manera contundente. Hasta el momento, afirman, la incidencia ha sido ínfima, aunque no descartan que pueda sentirse más adelante, dependiendo de la magnitud de los movimientos cambiarios.
El equipo económico del Gobierno monitorea con especial cuidado este traslado a precios y es una de las razones que lo impulsa a intentar contener las presiones cambiarias (a través de las subas de tasas de interés e intervenciones en el mercado de futuros de dólar). Sobre todo, en pos de cuidar lo logrado hasta acá en materia inflacionaria y de cara a las elecciones que se aproximan.
Impacto de la suba del dólar sobre la inflación
Camilo Tiscornia, director de la consultora C&T, afirma ante iProfesional que «por ahora, no pasó nada» en cuanto al traslado a precios por el avance que registró el tipo de cambio de las últimas semanas. Sin embargo, advierte que no se podría descartar el efecto para más adelante. Sobre todo, si la cotización de la divisa continúa subiendo con fuerza.
«Probablemente, habrá un traslado. Pero creemos que esta vez puede ser menor en comparación con eventos anteriores porque ahora las condiciones monetarias son diferentes. En caso de que así ocurra, incluso, será un evento que el Gobierno podría capitalizar como exitoso, aún tratándose de más inflación», destaca Juan Truffa, director de Outlier.
Claudio Caprarulo, director de Analytica, estima ante iProfesional que en julio hubo una leve aceleración del Índice de Precios al Consumidor (IPC), en torno al 1,9% mensual, aunque no por efecto del tipo de cambio, ya que no percibe traslado. Afirma que el avance en la cotización del dólar probablemente se reflejará en los productos importados que mide el Indec en el Sistema de Índices de Precios Mayoristas (SIPM).
«Todas las semanas hacemos relevamientos de precios y estamos viendo un traspaso muy limitado. Hacia adelante, esperamos que la inflación se mantenga en estos niveles e, incluso, retome lentamente la dinámica de desaceleración. Obviamente, dependerá de la capacidad del Gobierno de mantener las expectativas ancladas y reducir la volatilidad del tipo de cambio», agrega Rocío Bisang, economista de EcoGo.
¿Excelente noticia para la gestión de Caputo?
En diálogo con iProfesional, Federico Moll, director de Ecolatina, precisa que siempre hay algo de traslado a precios, pero se busca que sea lo más acotado posible. En esto, asegura, «el Gobierno ha sido muy exitoso», teniendo en cuenta que los últimos movimientos cambiarios prácticamente no generaron presión adicional en la inflación. El bajo impacto, de confirmarse en los datos oficiales, sería una «excelente noticia».
«Reducir el link entre movimientos cambiarios y movimientos de precios es vital para tener una macroeconomía sana. Es sumar una herramienta a la política económica y eso es muy importante, porque permite desacoplar la incertidumbre financiera de las variables sociales. Históricamente, Argentina ha tenido un vínculo muy claro entre movimientos en el mercado financiero, que impactan sobre el tipo de cambio, y un clima social y político enrarecido», resalta.
Moll sostiene que si los próximos informes del Indec confirman un bajo traslado de la devaluación a los precios de la economía «será uno de los logros más importantes que el Gobierno tendrá para mostrar», ya que eliminaría un vínculo que ha afectado la estabilidad del país durante muchos años.
«De todas maneras, más allá de esto, probablemente la inflación de julio fue un poco más alta que la de junio y mayo. Los dos meses anteriores tuvieron una inflación muy acotada, un poco traccionada por los bienes estacionales, que registraron caídas de precios. Probablemente, eso no se sostendrá en el tiempo. Pero, incluso, si el IPC se acelera levemente, no va a ser leído como una mala noticia ni por la opinión pública ni por el mercado», destaca.
Javier Okseniuk, director de LCG, agrega ante iProfesional que, en principio, el traslado estará limitado, en parte porque las expectativas de inflación tienen mayor anclaje que meses atrás y en parte porque la actividad económica está poco pujante. Esto último, sostiene, lleva a que frente a algunos incrementos de costos e insumos mayoristas, el sector minorista prefiera acotar márgenes (que habían subido meses atrás) frente a una demanda más tímida.
«Estimamos que esta combinación de precios acotados y actividad económica menguada podría persistir durante los próximos meses. De todas maneras, si la cotización del dólar continúa avanzando durante los próximos meses, es posible que no haya tanta espalda para reducir márgenes y algo de la depreciación cambiaria logre trasladarse a los precios minoristas», advierte Okseniuk.