Yesica Noelia Duarte (33) se había casado el 30 de mayo pasado, en la cárcel, con Ángel Nicolás Castro (30), adonde él estaba preso por varios delitos, entre ellos dos homicidios. Al poco tiempo los dos empezaron a convivir en una casa de Berisso, monitoreados con tobilleras electrónicas. Allí fue donde este fin de semana se convirtió en una escena de terror: él la mató de dos balazos y luego intentó suicidarse.
Todo ocurrió delante del hijo de la mujer, de 7 años, quien refirió que la pareja había estado «todo el día peleando» y que, en un momento, Castro le sacó el teléfono celular a Duarte, por lo que ella le arañó el cuello.
Según el nene, el femicida era un violento que amenazaba a todo el mundo, solía tener armas de fuego y agredía constantemente a la mujer.
Cuando llegaron los policías de la comisaría 3ra. de Berisso, la mamá del atacante sostuvo que les habían querido robar y que les dispararon a los dos. Esta versión quedó rápidamente desmentida con el testimonio del chico.
Duarte fue encontrada muerta este domingo en el patio delantero de la casa ubicada en la calle 39 al 900, entre 129 y 130. Una bala calibre 9 milímetros le ingresó por la espalda, con orificio de salida en la zona abdominal. Otra le impactó en el hombro, con orificio de salida debajo de la axila.
El dormitorio de la pareja estaba desordenado. Había varios cajones de los muebles abiertos, al igual que las puertas de los roperos.
Castro presentaba un disparo en la cabeza, con entrada en el cuello y forma ascendente y salida en el cuero cabelludo. Lo trasladaron al Hospital Zonal Mario Larraín, donde quedó internado en grave estado -y detenido- en terapia intermedia. Corría riesgo de perder el ojo derecho y sufrió fractura de cráneo.
El caso quedó a cargo de la UFI N° 1 de La Plata, conducida por la fiscal Ana Medina, que lo caratuló como «homicidio triplemente calificado«.
La víctima tenía tres hijos más con una pareja anterior: mellizos que cumplieron 14 años el mismo día que mataron a su mamá y una chica de 17 años.
De acuerdo a fuentes de la investigación, la pareja tenía tobilleras electrónicas de monitoreo. Los vecinos aseguran que eran «transas», que vendían drogas al menudeo.
La mujer cumplía arresto domiciliario en una causa por infracción a la Ley 23.737, por tenencia de drogas con fines de comercialización.
Por su parte, el femicida se encontraba cumpliendo prisión en su casa desde el 27 de junio pasado. Cuenta con numerosos antecedentes: dos homicidios, tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil y encubrimiento.
El nene de 7 años tenía heridas de cáracter leve en la frente y el pecho.
La pareja solía compartir fotos y posteos de amor recíprocos en sus redes sociales. Incluso de cuando se casaron el 30 de mayo en la Unidad Penitenciaria N° 9 de La Plata.
«Sabés bien que te amo y sé que las putas esas de tus amigas interesadas te quieren llenar la cabeza para que me dejes y estés con el creído ese que dice ser chorro y roba con la gorra«, escribió Castro, entre otras publicaciones con numerosas faltas de ortografía, en su cuenta con el usuario Nicoo Garrincha, el 7 de junio.
Duarte, el 22 de junio, indicó, también en un lenguaje repleto de errores de tipeo: «Vos sos el hombre que amo, el que me importa y quiero todo con vos. El que busquea (sic), y sigue molestando, es porque no entiende que me tocó enamorarme de vos. Que a mí no me importa un auto, ni nada de nadie… Solamente en seguir haciendo florecer el amor que siento hacia vos, y ser feliz con el hombre que elegí para mi vida (que sos vos). Te amo«.
Colaboró: Corresponsalía La Plata
EMJ