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Las Fintech y los nuevos desafíos de la supervivencia

La innovación ya no es suficiente: hoy, la estrategia, la ejecución y la resiliencia definen quién sigue y quién queda en el camino

24/07/2025 – 16:33hs

El ecosistema Fintech ha revolucionado el panorama financiero global, y en mercados emergentes como el argentino, su irrupción ha sido tanto disruptiva como necesaria. Ante un sistema bancario tradicional lento, costoso y muchas veces excluyente, las Fintech emergieron como una respuesta innovadora a demandas sociales insatisfechas. Sin embargo, su crecimiento no ha estado exento de dificultades: en Argentina, sobrevivir como Fintech es casi tan desafiante como innovar.

Los primeros tres años de vida de una startup financiera marcan una etapa crítica. Superado ese umbral, la exigencia se traslada a demostrar un modelo de negocio sostenible que no solo prometa, sino que ejecute: generar ingresos reales, retener usuarios y construir una marca confiable. Pero incluso después de cumplir con esas metas, sobreviene una tercera fase aún más compleja: la supervivencia en el tiempo. Ya no alcanza con tener una idea disruptiva: hay que ser una empresa real, con números reales, y resultados tangibles. Ganar o no ganar, esa es la cuestión.

En el camino quedaron muchos proyectos que no pasaron de ser humo: buenas intenciones sin base financiera, equipos talentosos sin respaldo inversor, y modelos de negocios imposibles de escalar. Pero también sobrevivieron otras, las que lograron sortear las tormentas y construir desde la resiliencia. ¿Qué distingue a unas de otras? Probablemente, una mezcla de visión estratégica, timing, capacidad de ejecución, adaptabilidad y, sobre todo, resistencia al entorno local.

Emprender en Argentina no es lo mismo que hacerlo en Silicon Valley. Aquí, el crecimiento choca con barreras estructurales como la falta de acceso a crédito, la volatilidad macroeconómica, la presión impositiva y la incertidumbre regulatoria. El contexto impone límites incluso a los modelos más virtuosos. Y como si eso fuera poco, las Fintech enfrentan una competencia creciente con los grandes actores del sistema financiero, que buscan recuperar terreno con agresividad, especialmente en los segmentos más rentables como los clientes corporativos.

La innovación ya no es suficiente

El camino natural parece ser la evolución hacia la licencia bancaria. Mercado Pago, el jugador más grande del continente, ya ha avanzado en ese sentido, marcando una hoja de ruta para aquellos que hoy operan con licencias de Proveedor de Servicios de Pago (PSP) pero dependen de bancos para completar su circuito de operaciones.

Paradójicamente, a medida que las Fintech crecen, se transforman en socios ocultos de los bancos, por el volumen de operaciones que movilizan. Es una relación win-win, pero frágil: ambos dependen del otro, y eso puede generar tensiones difíciles de sostener en el largo plazo.

En este escenario dinámico y desafiante, las Fintech que logren consolidar una propuesta de valor clara centrada en el usuario, escalar con eficiencia sin perder su identidad, diversificar sus fuentes de ingresos, mantener solidez financiera y adaptarse con inteligencia al marco regulatorio, serán las que puedan sostenerse en el tiempo. La innovación ya no es suficiente: hoy, la estrategia, la ejecución y la resiliencia definen quién sigue y quién queda en el camino.

El mundo financiero ha cambiado, y seguirá cambiando. Las Fintech ya no son una moda pasajera: son actores centrales del sistema económico argentino. Pero para quedarse, necesitan algo más que ideas: necesitan estructura, visión y capacidad de adaptación. En definitiva, no se trata solo de crecer… se trata de sobrevivir para liderar.

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