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Limpias el lavarropas alguna vez? Podría estar más sucio que tus prendas

El lavarropas es uno de los electrodomésticos más usados en la casa. Pero, irónicamente, muchas veces se da por sentado que porque «lava», está limpio. Lo cierto es que con el tiempo, el tambor, los filtros y las gomas del lavarropas pueden acumular restos de jabón, humedad, hongos y bacterias, que terminan afectando no solo al aparato, sino también a la ropa que usás todos los días.

Un nido de suciedad que no se ve

Cada lavado deja residuos. Los suavizantes, los detergentes en polvo o líquido, las pelusas y hasta el sarro del agua pueden pegarse en partes internas del lavarropas. Esto genera un ambiente ideal para la proliferación de moho, bacterias como E. coli y malos olores.

Además, si lavás con agua fría —como se recomienda para cuidar las telas—, la máquina no alcanza temperaturas que maten los gérmenes, lo que agrava el problema.

¿Qué consecuencias puede tener?

  • Ropa con mal olor incluso después de lavarla.
  • Irritaciones en la piel o alergias, especialmente en personas sensibles.
  • Acortamiento de la vida útil del lavarropas, por obstrucciones o deterioro de componentes.
  • Mayor consumo energético, porque el aparato se esfuerza más al estar sucio por dentro.

¿Cada cuánto se limpia el lavarropas?

Los expertos recomiendan hacer una limpieza profunda una vez al mes, aunque depende del uso. Si lavás todos los días o usás mucho suavizante, podría ser conveniente hacerlo cada 2 o 3 semanas.

Cómo limpiar el lavarropas paso a paso

Hacelo funcionar vacío con vinagre blanco y agua caliente: colocá un litro de vinagre blanco en el tambor o en el cajón de jabón y poné un ciclo largo a 60?°C.

Revisá y limpiá la goma del tambor: con un paño y agua con vinagre o lavandina, eliminá el moho o los restos de suciedad visibles.

Limpieza del filtro: este paso depende del modelo, pero suele estar en la parte inferior frontal. Retiralo, quitá pelusas y enjuagalo.

Secado y ventilación: dejá la tapa del tambor abierta después de cada lavado para evitar humedad estancada.

Consejo extra: evitá el exceso de jabón y suavizante. Menos cantidad limpia igual y genera menos residuos.

En resumen:

Un lavarropas limpio es clave para una ropa verdaderamente limpia. Aunque no lo veas, la suciedad se acumula, y no atenderla puede jugarte en contra. Con una limpieza mensual simple, alargás la vida del aparato, cuidás tu ropa y tu salud.

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