InicioEconomíaPese a baja de la inflación, el consumo sigue en caída

Pese a baja de la inflación, el consumo sigue en caída

A pesar de que el IPC de junio pueda mostrar una pequeña aceleración respecto de mayo, la baja en el indicador quedó evidenciada en el primer semestre comparado contra el del año pasado. A la par, los analistas sostienen que puede continuar con esta tendencia hacia adelante. El Gobierno quiere mostrar resultados y apunta todos los cañones a llegar a octubre con una merma. Pero pese a esto, aún no hay señales de recuperación del poder adquisitivo y le suma tensiones al plan para los precios con correlato electoral.

Las consultoras privadas estiman una pequeña aceleración para junio. Un número más optimista lo arroja Analytica, que espera que se ubique en el 1,7%, mientras que Equilibra sostiene un 2,1%, al igual que EcoGo. Pero estas proyecciones no contemplan los aumentos de la nafta, del orden del 5%, que ya aplicaron Puma y Shell ayer y el resto de las petroleras preparan sumarse en los próximos días. Este incremento impactará con 0,21 puntos porcentuales extras al número final del índice.

Así, el acumulado del primer semestre tendría una suba en torno al 15%, una cifra considerablemente menor frente al 79,5% del mismo período de 2024. También deja poco margen para adelante, el Gobierno prometió una suba de precios promedio en el orden del 18% para todo 2025, aunque el Fondo Monetario Internacional (FMI) estiró el rango hasta un 23%. Para cumplir con el objetivo, el oficialismo requiere que el índice inflacionario arroje en los meses que restan entre un 0,5% y un 1,2% promedio mensual, si se cuenta que junio muestre un 1,7%. La consultora LCG proyecta una inflación del 30% anual a diciembre.

A pesar del recorte de cerca de 64,5 puntos porcentuales en los primeros seis meses del año contra 2024, de acuerdo a algunos datos y al análisis de varios especialistas, se podría concluir que aún no hay un traslado del todo en la mejora del poder adquisitivo de las familias, con la excepción de algunos productos. Mientras que rubros como el de bienes durables mostraron ciertas mejoras, el consumo masivo no.

En cuanto a este último punto, Scentia mostró que el consumo en supermercados y autoservicios cayó un 0,9% en mayo de manera interanual, cuando en el mismo período del año pasado registró una contracción de casi el 10%. Es decir, es un descenso respecto de una base de comparación baja. En el acumulado del año retrocede el 5,4%.

En este contexto, el índice de ventas mayoristas del Indec marcó una caída del 2,9% respecto a igual mes de 2024. El acumulado enero-abril de 2025 presenta una caída del 6,6% respecto a igual período de 2024. No obstante, las minoristas medidas por el organismo oficial aumentaron un 8,9% con respecto al mismo mes del año pasado y un 0,5% en comparación con marzo.

Otro ejemplo que demuestra que el poder adquisitivo todavía no muestra señales plenas de recuperación lo aporta el Instituto Argentina Grande (IAG): desde que asumió la presidencia Javier Milei, el sueldo privado formal puede comprar 12 tanques menos de nafta. El economista Federico Pastrana, de CP Consultora, indicó que “el salario efectivo muestra tres meses consecutivos de caídas del salario real (enero, febrero y marzo), proceso que no se evidenciaba desde principios de 2024”. Esto refleja la apuesta del Gobierno de utilizar el freno a las primarias como ancla inflacionaria.

“El salario privado registrado en marzo respecto de noviembre de 2023 se encuentra por debajo, hay una pérdida del poder adquisitivo de las familias en los ingresos por salario”, explicó a PERFIL Claudio Caprarulo, economista de la consultora Analytica. En esa línea, según el último informe de Empiria, el primer trimestre el ingreso disponible de los hogares cayó un 1,3% con respecto al último trimestre de 2024 y alcanzó el menor nivel de ingreso disponible desde agosto de 2024.

Respecto al impacto de la desaceleración del IPC en el bolsillo, el economista Roberto Cachanosky sostuvo: “El aumento de los costos de los servicios lo que está haciendo es que le deje menos margen a la gente. Por eso el consumo está muy chato, está paralizado. Si les pusieran una ponderación alta a los servicios, el índice no sería del 1,5”.

Incluso, el aparente dinamismo en la venta de bienes durables se revela no como un síntoma de recuperación del poder adquisitivo, sino como el reflejo de un consumo defensivo financiado por un endeudamiento, como contó PERFIL esta semana.

Desde el Gobierno sostienen que una persona llega a fin de mes con $ 300 mil, como impuso por decreto al salario mínimo para julio ($ 317.800). De hecho, Milei volvió sobre la discusión que tuvo con los médicos del Garrahan la diputada Juliana Santillán, quien planteó que una familia puede vivir con $ 360 mil y le corrigieron en televisión que esa es la cifra del Indec para un individuo. “Cuando cometió el error, las basuras de los periodistas que estaban ahí le saltaron a la yugular. Esas basuras que ofician de periodistas sabían el número y cuando la persona del Garrahan estaba mintiendo no lo dijeron”, justificó el Presidente.

La inflación pegó la vuelta, el consumo aún no. El oficialismo podrá exhibir un número de IPC a la baja. Quedará por verse si el ciudadano vota con el bolsillo, y en ese caso si la desaceleración de los aumentos se trasladó al poder adquisitivo, que aún no la ve.

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