En 2022, el usuario de Youtube Kane Pixels subió un video titulado The Backrooms: (Found Footage). En él, seguimos a un joven camarógrafo que se encontraba grabando una película con sus amigos. Sin embargo, en un momento tropieza e imposiblemente cae a una habitación, separado de todos los demás.
Así comienza la perturbadora historia de The Backrooms, una historia que llegó en el momento justo en el que internet estaba obsesionado con los “espacios liminales”. Es decir, con fotografías de arquitectura claramente humana, pero desprovistos de vida.
Con solo 17 años, el estadounidense Kane Parsons logró ahí construir una narrativa perturbadora y terroríficamente atractiva.
El video se viralizó en su momento, y Parsons continuó expandiendo la historia y la mitología de su serie de horror laberíntico y perturbador.
Al ver el impacto y la enorme influencia que tuvieron los Backrooms en internet, la productora A24 contactó entonces a Parsons para que dirigiese una adaptación cinematográfica de su creación.
“Fueron muy generosos con el grado de libertad creativa que me dieron para encarar este proyecto”, contó Parsons en diálogo con SmoshAlike.
Si bien no se sabe mucho de la trama ni la fecha de estreno de la película, sí que se espera que termine de expandir el universo de los Backrooms, terminando de asentarlo como una de las producciones de horror de internet (también conocido como creepypasta) más icónicas de la web.
Históricamente, las adaptaciones al cine de creepypastas no son buenas. El ejemplo más tangible es el de Slender Man (2018). Esta nefasta película desestimó mucho de lo que hacía al hombre delgado, cuya primera mención data de una fotografía publicada en 2009, diferente del monstruo promedio del cine de terror promedio.
Con los Backrooms, el creepypasta es mucho más fresco. La primera publicación de los Backrooms fue realizada en 2019. En ella, un usuario anónimo advertía contra merodear en sitios liminales por miedo a quedar atrapado en los backrooms (del inglés, los “sitios traseros”).
La preocupación de los fanáticos de todo internet es que, en la misma línea que siguió Slender Man, la adaptación de los backrooms sea una cinta sobreproducida y enfocada en el lucro por sobre todas las cosas.
“Lo bueno de trabajar con A24 es que los dos queremos llegar al mismo punto; no queremos hacer una loca película de acción u otra cosa. Si bien hay recomendaciones, me dan mucho control creativo”, tranquilizó el joven Parsons.
También remarcó que el producto final retiene mucho de su impronta personal: “No estaría haciendo esto si la idea fuese mutar a algo más; el dinero no puede sustituir el sentimiento de tener un proyecto con el que estás involucrado”. “La idea es sentirse que estás avanzando hacia arriba, nunca en una llanura y menos hacia abajo con tus proyectos”, sintetizó.
Lo que sí se sabe sobre la película es que no tendrá el estilo característico de las producciones de Parsons, el found footage (video casero). Este estilo de cámara en mano busca crear una narrativa que simula que los eventos ocurridos en pantalla fueron grabados por los mismos personajes de la historia. Los ejemplo más conocidos fueron The blair witch project (1999) y REC (2007), donde seguimos a una reportera que, seguida por su camarógrafo, deberá sobrevivir al apocalipsis zombie.
Parsons tiene una visión muy bien construida de lo que quiere lograr. Con 17 años, defendió su decisión de alejarse de su zona de confort para la película: “Hay valor en mantener la narrativa estrictamente en found footage, pero la historia que quiero contar se aleja del área de ‘atmósfera misteriosa y rara’, en favor de una historia más personal y conceptual en muchos aspectos”.
“Vamos a mantener una estética ‘casera’ en la producción, pero sin el found footage”.
Backrooms no es la primera vez que Parsons se adentra al terreno de la dirección. Durante su corta vida el jóven director se dedicó a producir, dirigir, guionar y actuar en varias producciones de autoría propia e independiente; como Project 209, People still live here, Late for School o The Oldest View.
También se dedicó a producir proyectos relacionados a sus gustos personales, como cortometrajes relacionados a videojuegos como Portal (Corpus Schizophrenic: A portal 2 short film) o series de animé como Attack on Titan (Kane Pixel’s Attack on Titan Shorts).
Parsons no solamente se dedica a guionar sus videos, sino que se describe a sí mismo como un “artista de efectos especiales”. Además de ello, también tiene interés por el arte plástico:
No solo eso, sino que también tiene aptitudes musicales. De hecho, fue el quien compuso la música original que ambienta los episodios de su serie The Backrooms e otros discos originales, publicados en Spotify.