¿Te sobró arroz del día anterior y no sabés qué hacer con él? ¡Convertilo en unas riquísimas croquetas de arroz! Esta receta es ideal para aprovechar ingredientes que ya tenés en casa y transformar una comida sencilla en algo sabroso, crocante y perfecto para toda la familia.
En este artículo te contamos paso a paso cómo hacer croquetas de arroz caseras, con ingredientes simples y una preparación rápida. Además, te damos algunos tips para que queden bien doraditas por fuera y cremosas por dentro.
Ingredientes
2 tazas de arroz cocido
2 huevos
100 g de queso rallado
1 diente de ajo picado (opcional)
2 cucharadas de perejil picado
3 cucharadas de pan rallado (más extra para rebozar)
Sal y pimienta a gusto
Aceite para freír
Opcional: podés agregar trocitos de jamón, cebolla salteada, queso cremoso en cubos o verduras cocidas para darles un toque especial.
Preparación paso a paso
1. Mezclar los ingredientes
En un bol grande, colocá el arroz cocido junto con los huevos, el queso rallado, el ajo picado, el perejil, el pan rallado, sal y pimienta. Mezclá todo muy bien hasta obtener una masa húmeda pero que se pueda manejar con las manos.
2. Formar las croquetas
Con las manos húmedas, tomá porciones de la mezcla y dales forma de croquetas (pueden ser redondas como pelotitas o alargadas tipo bastón). Si la mezcla está muy blanda, podés agregar un poco más de pan rallado.
3. Rebozar
Pasá cada croqueta por pan rallado para que quede bien cubierta y crujiente al freír.
4. Freír o cocinar al horno
Calentá abundante aceite en una sartén y freí las croquetas hasta que estén doradas por fuera, girándolas para que se cocinen parejo. También podés cocinarlas al horno, rociadas con un poco de aceite, a 200?°C durante 20 minutos, dándolas vuelta a mitad de cocción.
5. Escurrir y servir
Retirá las croquetas y colocalas sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite. Servilas calientes, acompañadas de una ensalada fresca o una salsa casera.
Consejos
Usá arroz bien cocido y frío, así será más fácil formar las croquetas sin que se desarmen.
Podés congelarlas antes de freír, y tener siempre una opción rápida para cocinar cuando no tenés tiempo.
Probá con distintos rellenos, como queso y espinaca, atún, o pollo desmenuzado.