Entre los cien títulos y los cien triunfos en Roland Garros, en busca de su 25º Grand Slam a sus 38 años, hay cifras para dar y regalar para seguir creyendo en Novak Djokovic. El serbio volvió a demostrar su afán por seguir ganando superando a Alexander Zverev en cuartos de final (4-6, 6-3, 6-2 y 6-4) en 3:17 horas de partido, con remontada incluida y un despliegue de juego con el que volvió a dejar más que claro que su nombre debe estar junto al de Alcaraz y Sinner como firme candidato al título.
De menos a más para acabar desquiciando por completo al tenista alemán, que por primera vez en cinco años se ve fuera de las semifinales. Para Djokovic, será su 51ª primera de Grand Slam y la decimotercera en París, quedando ya a solo dos de Rafa Nadal. Más números para la esperanza de un Djokovic que tendrá su segundo plato fuerte del torneo este próximo viernes, el número uno mundial, Jannik Sinner.
El italiano debió tomar buena nota de la actuación de ‘Nole‘, que se sacó una arma desconocida en su librito de trucos. Aprovechando las condiciones de la noche y el bote de la bola que se hacía cada vez más pesada con el paso del tiempo, el serbio acribilló a Zverev con dejadas imposibles una y otra vez y constantes subidas que hacían imposible cualquier reacción del alemán.
Y eso que el partido no empezó nada bien para los intereses de Djokovic, que muy pronto en el primer set entregó su servicio y se vio incapaz de poder contrarrestar la potencia y la efectividad de Zverev con su primer saque, con el que solo perdió un punto en todo el parcial. Números altísimos y porcentajes imposibles de poder superar para Djokovic, que se vio abajo en el marcador.
No acababa de coger ritmo el partido, pese algunos intercambios de mucha calidad y de ello se acabó aprovechando Djokovic. Fue ganando poco a poco terreno en el partido y elevando su efectividad con el saque y empezando a meterse mucho más en pista con el resto, acabó dando un vuelco al partido sin que Zverev se diera ni cuenta. Cuando el alemán quiso reaccionar, ‘Nole‘ se había hecho ya con el control del partido por completo.
RECITAL
Fue moviendo la bola de lado a lado y sobre todo, de atrás hacia delante, llevando una y otra vez al alemán a la red, donde cometió error tras error y se vio incapaz de contrarrestar la sorprendente táctica de Djokovic, que le sacó por completo del partido.
44 errores no forzados acabó cometiendo Zverev y menos de la mitad de los puntos jugados en la red, viendo como tanto en el tercer como en el cuarto set, Djokovic llevó su ventaja de principio a fin.
Djokovic realizó más de 30 dejadas / EFE
La efectividad con el servicio paso de un lado al otro de la red y las 35 dejadas que acabó realizando Djokovic acabaron dejando a Zverev sin argumentos para poder evitar el pase del serbio a las semifinales.
UN NUEVO DJOKOVIC
Allí le espera ya Jannik Sinner, en el que será su noveno duelo particular, que servirá además para desempatar el cara a cara. Los tres últimos cayeron del lado del italiano, aunque el único precedente sobre tierra batida fue para Djokovic, que tras conseguir su título número cien en Ginebra, ha dado un vuelco total a su situación con la que andaba antes de llegar a París.
Sin un solo triunfo en todo la gira, el serbio se fue hasta tierras helvéticas para coger confianza y la decisión no pudo ser más acertada. De una imagen completamente desconectada de la lucha por los títulos, a ser nuevamente el Djokovic hambriento, que ve la posibilidad de sumar otro título Grand Slam a ya solo dos pasos, aunque vaya dos.
Primero, Sinner, y luego, más que posiblemente Alcaraz. Aunque visto lo visto y hablando de quien hablamos, no hay que descartar en absoluto a Novak Djokovic.