Comprar un automóvil 0 kilómetro en Argentina representa un desafío económico considerable debido a una variedad de factores que influyen tanto en el valor final de los vehículos como en la capacidad de compra de los consumidores. De acuerdo con un informe de Focus Market, Argentina ostenta los precios más elevados de la región para vehículos nuevos, con un promedio de 24.673 dólares. Esta cifra contrasta significativamente con los precios en países vecinos como Brasil, Chile, Uruguay y Paraguay, donde los automóviles son entre un 30% y un 53% más económicos.
La fuerte incidencia de los impuestos
Una de las principales razones detrás de esta diferencia de precios radica en la considerable carga impositiva que soportan los autos nuevos en Argentina. Damián Di Pace, director de Focus Market, explica que más de la mitad del valor de un 0 km en el país corresponde a impuestos a nivel nacional, provincial y municipal. Esta combinación incluye el Impuesto al Valor Agregado (IVA), impuestos internos con alícuotas de hasta el 35%, y aranceles de importación, lo que eleva sustancialmente el costo final en comparación con países vecinos donde la presión tributaria es menor.
La comparación internacional realizada por Focus Market evidencia esta disparidad: mientras que el precio promedio en Argentina es de USD 24.673, en Brasil es de USD 11.594, en Uruguay de USD 17.198, en Paraguay USD 11.489 y en Chile de USD 12.128.
Según el Estudio Piacentini, la carga fiscal sobre los automóviles producidos en Argentina es extensa, incluyendo a nivel nacional el IVA (21%), impuestos internos (con tasas efectivas del 25% y 54% según el precio), impuesto a los débitos y créditos bancarios (estimado en 2,8% de incidencia), impuesto a las ganancias (4,5%), contribuciones patronales y ART (8,2%), impuesto a las participaciones societarias (0,36%) y aranceles de importación de insumos (6,37%). A nivel provincial se suman Ingresos Brutos (5,54%) e Impuesto de Sellos (2,60%), mientras que los tributos municipales tienen una incidencia estimada del 2,08%. En síntesis, la incidencia impositiva sobre el precio de venta antes de impuestos puede alcanzar el 74,97% para autos alcanzados por la primera escala de impuestos internos y hasta el 99,78% para la segunda.
Evolución de precios y poder adquisitivo
A pesar de la alta carga impositiva, la evolución de los precios de los autos en los últimos años ha mostrado un comportamiento particular. Según el Sistema de Información Online del Mercado Automotor de Argentina (Siomaa), el Índice de Precios del Sector Automotor (IPSA) aumentó un 67% en 2024, cifra inferior a la inflación anual del 117,8%. Esto sugiere que, en términos relativos, los precios de los autos se ajustaron por debajo del costo de vida. Sin embargo, esta variación fue desigual según el segmento: los autos livianos experimentaron un alza del 129%, los SUV un 67,7% y las pick-ups un 63%.
En cuanto al poder adquisitivo, la relación entre salarios y precio de los autos mejoró entre 2023 y 2025, aunque los precios siguen siendo elevados en comparación con los países vecinos. En 2021, se necesitaban casi 30 sueldos para adquirir un vehículo, cifra que se elevó a 58 en 2023. En la actualidad, con un Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) provisorio de $1.146.474 (dato de marzo 2025), se requieren 19,6 sueldos para acceder a un 0 km.
Medidas gubernamentales y transparencia fiscal
Recientemente, el mercado automotriz se vio afectado por cambios en la política impositiva. La eliminación del anticipo del 95% del impuesto PAIS en enero de 2025 y la reducción progresiva de este tributo a lo largo de 2024 generaron caídas puntuales en los precios de algunos modelos, con reducciones de hasta un 4,5%. Además, el gobierno anunció la eliminación de los impuestos internos para los autos que costaban entre $41 y $75 millones, así como la reducción de la alícuota para los vehículos de alta gama. Se espera que estas medidas reduzcan los precios entre un 15% y un 20%, aunque su impacto dependerá de la respuesta de las automotrices y la demanda del mercado.
En un intento por brindar mayor transparencia a los consumidores, la Secretaría de Industria y Comercio dispuso mediante la Resolución 04/2025 que las automotrices deben informar el precio final de los autos y el valor sin la incidencia del IVA y otros impuestos nacionales indirectos, incluyendo la leyenda «precio sin impuestos nacionales«. Esta medida, impulsada por el Régimen de Transparencia Fiscal incluido en la Ley Bases, busca que los consumidores puedan visualizar la carga tributaria que encarece los vehículos.
Toyota y Ford fueron algunas de las primeras automotrices en implementar esta medida, publicando en sus sitios web el desglose de precios con y sin impuestos nacionales. Por ejemplo, el Toyota Yaris en su versión base se ofrece a $22.648.000 con impuestos, mientras que sin impuestos nacionales el precio se reduce a $18.717.355. En el caso de Ford, una Territory SEL con impuestos cuesta $41.740.300, mientras que sin IVA e impuestos internos su valor sería de $34.496.115,70.
Nuevas cargas provinciales
Sin embargo, los esfuerzos del Gobierno Nacional por reducir la carga impositiva podrían verse parcialmente diluidos por nuevas obligaciones impuestas por algunas jurisdicciones provinciales. Varias provincias, como Misiones y Formosa, han designado a las terminales automotrices y concesionarias como agentes de recaudación del Impuesto de Sellos en la compraventa de automotores. Incluso algunas, como Córdoba y Tucumán, las han designado como responsables sustitutos, obligándolas a asumir directamente la obligación tributaria. Estas medidas implican mayores costos administrativos y carga fiscal para las automotrices y concesionarias, los cuales probablemente se trasladen al precio final de los vehículos, afectando el objetivo de hacerlos más accesibles.