Carlo Ancelotti compareció relajado y con una sonrisa en la sala de prensa pese a que todo hace pensar que está dirigiendo al Real Madrid en sus últimos encuentros porque será relevado a la conclusión de la temporada, o incluso si no es capaz de ganar la Copa en Sevilla al Barcelona. El italiano comenzó hablando del Getafe, al que se miden los blancos este miércoles: «Todos sabemos cómo juego el Getafe, con un fútbol intenso y muy bien organizado. Es un equipo fuerte y tiene las ideas claras. Estamos listos y preparados para este partido. Cuanto más se acerca el final, más importante son los partidos para todos».
Guarda a Mbappé para el sábado
Sobre los problemas que ha tenido que lidiar esta temporada, comentó que «los problemas han sido muy evidentes perdiendo dos piezas fundamentales en la defensa y además hemos tenido que cambiar el estilo de juego y buscado el equilibrio. Si no tenemos el equilibrio, tendremos dificultad para ganar los partidos que vamos a afrontar». Sobre Kylian Mbappé y Ferland Mendy, que se ejercitaron hoy con el grupo, comentó que «trabajarán con nosotros estos días y estarán disponibles para el partido del sábado».
No tiene pensado aún el equipo que sacará este miércoles en Getafe, pero sí adelantó que «el once lo haremos teniendo en cuenta el desgaste del domingo. Creo que todos se han recuperado bien, pero algunos siguen cansados. Es normal y mañana veremos cómo están». Y después tuvo palabras de elogio para un Endrick que ha ganado protagonismo en los últimos partidos: «Endrick está progresando muy bien. Trabaja bien y ahora tiene más protagonismo porque hay partidos en los que necesitamos su fuerza y su frescura».
El tema de su futuro sobrevoló toda la comparecencia, aunque él ya haya advertido que no hablará de ello hasta el final de la temporada. Preguntado si ganando la Liga y la Copa se vería en el banquillo el año que viene, respondió de forma elocuente: «En el fútbol todo es posible. ¿Te sorprendes de algo? A mí no me sorprende nada. Todo puede pasar». Negó «tener sentimiento de revancha contra nadie o contra nada. Me encanta este banquillo, me encantó lo que viví la primera etapa y lo que estoy viviendo en esta segunda. Quiero que se extienda lo más lejos posible y cuando acabe, agradeceré al club el trato y me quitaré el sombrero«.
Respecto a esto insistió en su mensaje: «Estoy muy bien con el club, porque el club es consciente de que ha sido un año más complicado que el año pasado. Y juntos intentamos manejar la dificultad. La luna de miel con el Real Madrid sigue. Estoy con mucha presión, pero siempre es así a estas alturas de la temporada. Se acerca el final, el éxito está muy cerca y aumenta el estrés. Pero el estrés es gasolina para mí porque me da más energía. Hasta que me levanto por la mañana, todo va bien…». Sobre la circunstancia de jugarse los dos títulos contra el Barcelona, apuntó: «Los dos títulos que tenemos en juego, sin contar el Mundial de clubes, pasan por ganar al Barcelona. Es la única duda que no tenemos ahora. Hay que salir bien y focalizarnos en la final de la Copa. Tenemos confianza en que lo podemos lograr».
Su mano izquierda
También reflexionó sobre su estilo a la hora de gestionar el vestuario: «Muchas veces me han preguntado por esto. En Italia cada vez que ha habido problemas me han dicho que tengo demasiada mano izquierda. Intento manejar la relación con las personas por lo que soy. Me he enfadado muchas veces, pero eso no significa tener mano dura. Yo apuesto por una relación abierta al mismo nivel con la otra persona y para ello necesito tener respeto y ser respetado. Hay que tener en cuenta al futbolista y también a la persona. Yo en la vida soy de mano izquierda porque nadie ha tenido relación conmigo con mano derecha. Yo no soy capaz de usar el látigo, si quieren que use el látigo que fichen a otro entrenador. Para mí no es la manera de dirigir a las personas».
Sobre los fichajes, dejó una frase llamativa: «Aquí nunca hemos pensado en los fichajes durante la temporada. Este club siempre piensa en los fichajes al final de la temporada«. Y concluyó mandando una advertencia a quienes no le dan opciones ante el Barça: «Parece que ellos están mejor que nosotros, pero una final es algo imprevisible. Y poner al Madrid de víctima es algo atrevido».