Tras cientos y cientos de días, y decenas de semanas, el reality continúa activo, más allá de una merma considerable en las mediciones de rating, y en las repercusiones de las redes sociales. En ese eterno encierro, Gran Hermano sorprendió con la eliminación de Martina.
Pocos imaginaban la salida de la blonda, pero principalmente el debate se originó en la extraña estrategia de Tato, uno de sus más íntimos amigos, que la subió a la placa. Evidentemente, el uruguayo se equivocó groseramente en sus cálculos y se quedó sin una aliada en la casa.
La furia se apoderó de los participantes, principalmente de Lourdes, que no pudo controlar sus nervios, su ira por la determinación de Algorta de posicionar a Martu en el pliego de votación del público, por eso lo encaró con todo, sin tapujos y a los gritos pelados.
Ciccarone exclamó con un tono de voz muy elevado: «¡Qué buena jugada líder, eh! Andá sacándonos de a uno así te quedás con Lucesita, que le tenés tantas ganas. Seguí llorando, ridículo”. Más allá que en los últimos días protagonizó una pelea con Pereyra, pero igualmente la sentía cercana.
Enajenada, Lourdes continuó con su ataque de bronca y asestó: «¡Qué gran estratega, sacó a la persona que más lo quería!«. Por su parte, Chiara Mancuso la acompañó en el reclamo y le exteriorizó su apoyo: «Yo voy a estar de acá hasta el final con vos, Lulú».
Lourdes volvió a cruzarse con Tato y con la mirada clavada en su rostro le espetó: «Mirá cómo no dice nada, no era que la agitaba. Ahora llora«. Por su parte, el charrúa intentó defenderse con un argumento endeble: «Están más contentos porque me salió mal la jugada que…«.
«Mirá cómo se fue tu amiga, dijiste que no se iba a ir. La regalaste. Le pusiste un moño sabiendo cómo es Martu. Se puso al lado tuyo porque vos manipulás a todas las pendejitas«, cerró Ciccarone.