Efectivos de la Policía Bonaerense acudieron este lunes a una escuela del barrio El Martillo de Mar del Plata debido a que un alumno de 16 años se presentó en clase con un arma de fuego que le mostró a sus compañeros.
Tras un momento inicial de estupor las autoridades de la Escuela N°58, ubicada en Lebensohn al 6800, llamaron a la Policía para reportar que un alumno tenía en su poder una pistola. También acudió al establecimiento el fiscal Walter Martínez Soto, del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil.
Martínez Soto explicó al sitio 0223.com de Mar del Plata que de «ser un arma de las características que la ley pena, lamentablemente el joven va a quedar detenido», pero luego no hizo falta el arresto del adolescente porque la Policía Científica corroboró que se trataba de una pistola antigua que podía disparar dos proyectiles, pero estaba descargada.
«Efectivamente se trata de un arma de fuego, de una antigua, que no estaba cargada. Es un arma que se utilizaba generalmente, dice el personal policial, en carácter de defensa. Solo carga un cartucho o dos. Es un cartucho de 1,25 o menor a un calibre 22», confirmó luego el fiscal.
«El chico ha sido procesado por el delito de tenencia de arma de uso civil, se lo procesa y el día de mañana se le va a recibir declaración. Estamos investigando su procedencia», afirmó el funcionario bonaerense.
La osadía de llevar un arma «vintage» al colegio le saldrá cara al adolescente, según anticipó el fiscal, porque su caso será tramitado en la Justicia «igual que una de un mayor», aunque si se lo encuentra responsable de algún delito «va a tener una pena atenuada» por su edad.
Mientras tanto, la comunidad educativa de Mar del Plata quedó conmocionada.
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«Por eso la mención del artículo 4 de la ley 22.278, que establece una pena de hasta dos años de prisión. Y en este punto hay una reducción a la escala de la tentativa. Así que no supera esta posibilidad de imponer una pena de efectivo cumplimiento o una pena de esas características tan gravosas», señaló Martínez Soto.
El fiscal sí aclaró que «no va a haber una sanción que implique esa sanción gravosa de estar encerrado«, en referencia a la posibilidad de que el adolescente sea expulsado de la escuela y retenido en un centro de menores, «pero obviamente se comunica al asesorado de incapaces, a las agencias de promoción y protección de derechos, para que hagan los abordajes necesarios y se acompañe en este punto a la familia».
«No hubo absolutamente ningún tipo de hecho violento o amenaza o algo por el estilo respecto de uno de los compañeros. Al menos lo que hemos podido determinar en este momento. Lo vieron y se logró el secuestro con posterioridad por parte de personas policiales», relató sobre el extraño episodio.
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