Criteria, el ‘holding’ a través del que la Fundación La Caixa gestiona sus participaciones empresariales, ganó 1.061 millones de euros el año pasado, un 30% más que en 2023. El resultado, sin embargo, es más bajo que el que la sociedad obtuvo entre enero y junio (1.270 millones), debido a que la firma registró unos deterioros contables en la segunda parte del año que le hicieron registrar unas pérdidas de 209 millones en el segundo semestre. En cualquier caso, la compañía ha destacado que en el conjunto del ejercicio ha obtenido unos «niveles históricos de dividendos y del valor de los activos».
Al cierre del año pasado, así, el valor bruto del conjunto de sus activos se había incrementado un 14,5% en doce meses, hasta los 30.363 millones, gracias tanto a que las nuevas inversiones superaron a las ventas en 1.780 millones y a la propia revaloración de su cartera de 1.051 millones. Este aumento fue mayor que el de la deuda bruta (de 4.433 millones a 5.288 millones), lo que permitió que el valor neto de los activos se incrementase un 13,5%, hasta los 25.075 millones de euros.
En línea con su nuevo plan estratégico 2025-2030, Criteria realizó el año pasado inversiones por valor de 3.959 millones y desinversiones de 2.179 millones, de lo que se desprende el citado saldo positivo de 1.780 millones. Asimismo, cobró 1.878 millones de euros en dividendos de sus participadas, un 69% más. Todo ello le permitió pagar a la Fundación La Caixa un dividendo de 430 millones, un 8% más. Para 2025, la fundación ha anunciado un presupuesto de 655 millones, el mayor de su historia, que destinará a programas sociales, cultura, investigación y becas.
Influencia e independencia
El grupo presidido y liderado por Isidre Fainé viene reordenándose de forma profunda y acelerada desde principios del año pasado con el objetivo de blindar su independencia y aumentar su influencia. Todo empezó en enero de 2024: Fainé (Manresa, 1942) renovó por cuatro años como presidente de Criteria, como en febrero de 2022 había hecho como presidente de la fundación, con lo que dejó claro su intención de seguir al frente del grupo. Adicionalmente, sustituyó a Marcelino Armenter por Àngel Simón (Manresa, 1957) como consejero delegado del ‘holding’, que en ese momento veía como algunas de sus principales participadas se exponían a grandes cambios, en particular Telefónica con la entrada de los saudíes de STC y la incorporación del Estado con el 10% del accionariado.
Que no se trataba de un mero cambio de personas comenzó a percibirse rápidamente. En los meses siguientes, Criteria elevó su peso en la operadora de telecomunicaciones para compensar el que redujo CaixaBank; compró un 3% de Puig coincidiendo con su salida a bolsa; se convirtió en el primer accionista de Colonial; salió de Cellnex; y adquirió una participación relevante en ACS. En junio, todo ello cristalizó en un nuevo plan estratégico 2025-2030 para elevar de 27.000 a 40.000 millones de euros el valor de sus activos y que incluye participar más activamente en la gestión de sus participadas.
Regreso de la sede
Después llegaron otros movimientos, como la sustitución de José Ignacio Goirigolzarri por Tomás Muniesa como presidente de CaixaBank; la alianza con el Gobierno y el BBVA para cesar a José María Álvarez-Pallete como presidente de Telefónica y sustituirlo por Marc Murtra (ejecutivo cercano a los socialistas catalanes y patrono de la Fundación La Caixa, como también lo es su antecesor en la operadora); o la reciente entrada en el accionariado de la francesa Veolia. El de mayor carga simbólica y política, en cualquier caso, ha sido su decisión de seguir los paseos del Sabadell y devolver sus sedes sociales a Barcelona, más de siete años después de trasladarlas a Palma de Mallorca en octubre de 2017 a consecuencia del referéndum independentista.
Paralelamente, Josep Maria Coronas (Tarragona, 1959) fue aupado al cargo de director general de la fundación en sustitución de Antoni Vila e inmediatamente se produjo la dimisión del vicepresidente, Juan José López Burniol, que fue sustituido por Javier Godó (Barcelona, 1941). La Caixa, además, prepara un nuevo plan estratégico para el periodo 2025-2030, alineado con el de Criteria. Independencia, influencia y obra social siguen siendo el objetivo.