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Nos dejamos llevar por el Nissan Leaf autónomo

Después de años probando coches, creía haberlo experimentado todo… Hasta que me subí al Nissan Leaf autónomo. La sensación de dejarme llevar sin nadie a los mandos fue, cuanto menos, inquietante. Aunque una persona ocupaba el asiento del conductor para intervenir en caso necesario, el coche se encargaba de absolutamente todo: frenar, acelerar, girar, interpretar el tráfico y hasta calcular la mejor trayectoria en carretera abierta.

Este test forma parte del proyecto evolvAD, una iniciativa respaldada por Nissan y financiada en parte por el gobierno del Reino Unido, cuyo objetivo es evaluar el desempeño de la conducción autónoma en entornos reales. No se trata solo de probar si un coche autónomo puede circular sin intervención humana, sino de entender cómo se comporta en los escenarios más exigentes y preparar la infraestructura del país para su futura llegada.

Ocho años de investigación han permitido que Nissan y sus socios prueben sus vehículos autónomos en carreteras urbanas, calles residenciales, autopistas y carreteras rurales, acumulando más de 16.000 millas recorridas sin accidentes. Todo este esfuerzo ha convertido a evolvAD en el proyecto de pruebas más riguroso de conducción autónoma jamás realizado en el Reino Unido.

Prueba del Nissan Leaf autónomo

El momento más impactante de la prueba fue cuando abandonamos las instalaciones de Nissan y nos incorporamos al tráfico real en una carretera estrecha y con tráfico. Lo que más me sorprendió fue la rapidez y la precisión con la que el Leaf transitaba por la vía. Para ser un coche autónomo, su conducción resultaba sorprendentemente deportiva. Aceleraba al máximo hasta llegar al límite de la carretera, apenas reducía la velocidad en tramos complicados y se pegaba al límite del carril y a la línea continua que separa los dos carriles con una precisión milimétrica.

En carreteras rurales súper bacheadas y con curvas cerradas, pasaba a escasos centímetros de otros coches sin inmutarse, lo que me animó a confiar plenamente en la tecnología.

Es increíble la capacidad que tiene este sistema para mantenerse en la trayectoria ideal, incluso en zonas sin marcas viales claras y con un asfalto en malas condiciones. Esto es posible gracias a un nuevo sistema de control de chasis desarrollado por Nissan, que optimiza la frenada y la dirección para emular el comportamiento de un conductor experimentado. Además, los baches se miden de forma independiente en las cuatro ruedas en tiempo real, para que no afecten a la dirección del vehículo.

evolvAD: el futuro de la conducción autónoma

El proyecto evolvAD no es solo una prueba de coches autónomos, sino un paso clave para el futuro de la movilidad en el Reino Unido. Financiado por el gobierno y liderado por Nissan, este consorcio ha reunido a cinco socios industriales para abordar los retos de la conducción autónoma desde múltiples ángulos:

  • Nissan, como líder técnico, ha desarrollado el sistema de conducción autónoma y ha probado los vehículos en carretera.
  • Connected Places Catapult ha utilizado inteligencia artificial para generar mapas de alta definición a partir de imágenes aéreas, mejorando la precisión de la navegación.
  • Humanising Autonomy ha trabajado en la detección del comportamiento de usuarios vulnerables, como peatones y ciclistas, para mejorar la seguridad.
  • SBD Automotive se ha centrado en la seguridad cibernética del sistema, asegurando que el coche autónomo no sea vulnerable a ataques externos.
  • TRL ha desarrollado los procesos de validación para asegurar que la tecnología sea viable a nivel comercial.

Juntos, estos socios han trabajado durante 21 meses en un esfuerzo coordinado para garantizar que la tecnología de conducción autónoma pueda integrarse en la infraestructura actual del Reino Unido.

Uno de los aspectos más interesantes de evolvAD ha sido probar la conducción autónoma en entornos realmente desafiantes. A diferencia de otros proyectos que se limitan a carreteras bien señalizadas o entornos controlados, Nissan ha llevado su tecnología a calles estrechas, carreteras sin marcas viales y zonas con tráfico denso, donde el margen de error es mínimo.

Para superar estos desafíos, los vehículos evolvAD han utilizado sistemas avanzados de percepción, como cámaras, radares y sensores LIDAR, combinados con inteligencia artificial y comunicación con infraestructuras (V2I). Esto ha permitido que los coches autónomos puedan recibir información en tiempo real sobre el tráfico o condiciones de la vía, mejorando su capacidad de anticipación.

Una tecnología prometedora, pero con margen de mejora

La tecnología de conducción autónoma de Nissan ha demostrado ser increíblemente precisa y segura, pero aún hay aspectos por pulir. La eficiencia del sistema es un punto a mejorar: la aceleración es más agresiva de lo necesario, lo que puede impactar negativamente en la autonomía del vehículo eléctrico.

Además, en su configuración de carretera abierta, el sistema necesitó ayuda del ingeniero para sortear algunos coches parados en el margen de la carretera. Esto no sucede en la configuración de conducción urbana, donde el coche autónomo se mueve de forma natural y sin problemas entre el denso y cambiante tráfico urbano.

Conclusión: la conducción autónoma ya está aquí

La conclusión es clara: la conducción autónoma ya no es ciencia ficción. Nissan ha dado un paso de gigante con evolvAD, probando sus vehículos autónomos en los entornos más complejos y demostrando que la movilidad del futuro está más cerca de lo que imaginamos.

Todavía hay trabajo por hacer, pero una cosa es segura: después de esta experiencia, mi visión sobre los coches autónomos ha cambiado radicalmente.

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