El Córdoba CF transita por una semana atípica, marcada por la cautela y la recuperación, aunque también el trabajo. Y es que con ocho días entre su último compromiso liguero -ante el Sporting de Gijón- y el próximo reto en La Romareda, el cuerpo técnico encabezado por Iván Ania ha diseñado un plan meticuloso para mimar a sus piezas clave y asegurarse de que todos lleguen en plenas condiciones al duelo del lunes 24 de marzo (20.30 horas), ante un coloso en horas bajas como el Zaragoza, frente al que el objetivo no es otro que alargar la buena racha de resultados lejos de casa.
Gestión de esfuerzos
En el vestuario blanquiverde no se ha dejado nada al azar. Desde el primer día de la semana, los servicios médicos han ido modulando las cargas para evitar riesgos innecesarios. Con fecha libre -descanso- contó el bloque durante el lunes, tras la recuperación posterior al cruce con el cuadro gijonés del pasado domingo. Ya el martes, en el regreso al tajo, eso sí, Alberto del Moral arrancó al margen, mientras que Théo Zidane desarrolló buena parte del entrenamiento, aunque no completo. Sí que se ejercitó con total normalidad el marsellés el martes, mientras que ahora, con tres sesiones a las espaldas, la atención ha pasado a Carlos Marín, que el miércoles realizó trabajo específico en el gimnasio, siguiendo un protocolo de precaución para minimizar cualquier posible molestia física estos días.
Y todo responde a una estrategia calculada. El Córdoba CF ha apostado por la gestión de esfuerzos como prioridad, consciente de que un importante sector del vestuario aborda la recta final de temporada habiendo superado algún tipo de lesión, dolencia o incluso molestias -leves o más reseñables. De cara al viernes, precisamente, se espera que otros nombres, como Isma Ruiz o Jacobo González, puedan seguir un plan similar, si bien con la idea de que el sábado, en la penúltima matinal programada, toda la plantilla se encuentra de vuelta al ritmo habitual de trabajo, con vistas al cruce en suelo maño.
Théo Zidane, junto a Magunazelaia y Marvel en un centro de un rondo, esta semana. / Manuel Murillo
Confianza en la recuperación
El mensaje que trasciende desde el club es claro: tranquilidad. No existe preocupación real en el seno blanquiverde sobre la disponibilidad de ningún jugador, más allá de las dos bajas aseguradas para el resto de la temporada, como son Matías Barboza y Adilson Mendes. Y la expectativa es que a 48 horas de la cita en La Romareda el grupo complete la práctica en El Arcángel sin mayores contratiempos. Ha sido la extrañeza de esta semana, con dos días de descanso e incluso uno en medio -el jueves-, lo que ha llevado a la entidad a optar por una estrategia de este calado, aprovechando las fechas para recuperar físico y dosificar esfuerzos.
Así, salvo giro de guion, el Córdoba CF podrá contar en esta trigésimo segunda jornada de Liga en Segunda División con los servicios de Carlos Marín, de Alberto del Moral, de Théo Zidane, de Isma Ruiz y también de Jacobo González, al igual que cualquier posible nuevo añadido a esta dinámica de cuidados previa al encuentro.
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