Hay preocupación en torno a la salud de Francisco, quien permanece internado desde el viernes 14 de febrero con pronóstico reservado. En las últimas horas, fieles de todo el mundo se reunieron tanto en la Plaza de San Pedro en el Vaticano como en el exterior del Policlínico Gemelli de Roma, sitio donde está internado el Santo Padre, para rezar por el religioso argentino de 88 años.
El pontífice está pasando este lunes su undécimo día en el centro de salud de la capital italiana, igualando la estadía hospitalaria más larga de su papado de casi 12 años. El Papa lucha contra una neumonía bilateral y contra la aparición de una ligera insuficiencia renal, según indicó la Santa Sede.
Afuera del Policlínico Gemelli grupos se reunieron para orar por Francisco cerca de una estatua del difunto papa Juan Pablo II, quien fue tratado en la instalación muchas veces durante su papado de 1978 a 2005. Maria Vozlv, una ucraniana que vive en Roma desde hace 18 años, declaró que muchas personas en su país natal estaban rezando por Francisco. «El pontífice ha denunciado a menudo la guerra que dura tres años en Ucrania y ha rezado por la paz. Nosotros, los ucranianos, también rezamos mucho por el Papa. Rezamos para que el Papa regrese, se recupere y esté bien”, declaró.
El Vaticano informó este lunes por mañana que el Sumo Pontífice puede levantarse y comer con normalidad, contó que no siente dolor y agregó su estado de ánimo sigue siendo bueno. “La noche transcurrió bien, el Papa durmió y descansa”, afirmó un comunicado oficial de lglesia.
“La complejidad del cuadro clínico y el tiempo que se necesita para que las terapias farmacológicas hagan efecto obligan a mantener la prudencia sobre el pronóstico”, precisó también el boletín. Si bien su anemia mejoró y su trombocitopenia (disminución del número de plaquetas en la sangre) se mantuvo estable gracias a las transfusiones de sangre realizadas el sábado, “algunos análisis de sangre muestran una insuficiencia renal inicial leve, actualmente bajo control”, indicaron los médicos que tratan a Francisco.
El estado de salud del jefe de la Iglesia católica, hospitalizado desde el 14 de febrero, se deterioró el sábado con “un ataque asmático prolongado que necesitó oxígeno a alto flujo”, así como problemas hematológicos que requirieron “la administración de una transfusión de sangre”.
Abele Donati, jefe de la unidad de anestesia y cuidados intensivos del Hospital Universitario de las Marcas, declaró el lunes al diario italiano Corriere della Sera que la insuficiencia renal “podría indicar la presencia de sepsis en fase inicial”. “Es la respuesta del organismo a una infección en curso, en este caso de los dos pulmones”, explicó.
El lunes por la noche del Vaticano tendrá lugar en la Plaza de San Pedro una oración por el papa y los enfermos, dirigida por el secretario de Estado y número dos de la Santa Sede, el cardenal italiano Pietro Parolin. Se espera una nueva actualización sobre el estado del Papa en las próximas horas.