InicioSociedadBusco interés relacionando cada elemento con un uso en la vida real

Busco interés relacionando cada elemento con un uso en la vida real

-¿Qué le motivó a ser profesor de matemáticas y cómo descubrió que esta era su vocación?

-Desde niño he sido un enamorado de los números y me planteé tomar este camino, aunque también muchos otros. De hecho soy ingeniero informático y trabajé 3 o 4 años como tal, pero también era monitor de grupos juveniles y voluntario en otras áreas que me hacían más feliz que estar todo el día frente a una pantalla y, por eso, cambié en cuanto pude.

-Por su experiencia, ¿cuál es el mayor desafío al que se enfrentan los estudiantes cuando se trata de aprender matemáticas y cómo logra superarlo en sus clases?

-Pienso que su primer desafío es tener paciencia y empeño cuando las cosas no se entienden o no salen a la primera, nada exclusivo de las matemáticas, pero sí parece que es el área donde más dificultades se encuentran. El segundo desafío es intentar entender de verdad lo que se está haciendo y no buscar trucos de memoria que ayudan a aprobar exámenes, pero a largo plazo hacen que todo sea cada vez más difícil. Ambos son difíciles porque vivimos en la era de lo inmediato, casi todas las respuestas aparecen con un par de clics o incluso le pedimos a ChatGPT que las busque por nosotros, pero dominar un área necesita práctica y análisis critico. No diría que logro superar ambos desafíos con todos mis estudiantes, ojalá. Lo intento trabajando y evaluando aspectos poco memorísticos y repetitivos, que necesiten entender el fondo de las matemáticas y buscar ideas propias para resolver un problema.

-Ha logrado que sus alumnos «se piquen» con las pruebas y retos matemáticos. ¿Cómo consigue despertar ese interés y motivación en ellos?

-Bueno, diría que lo ha logrado el programa, ya que es un formato que reta y didáctico, pero está claro que esta experiencia les ha llamado la atención y han visto que yo me he divertido de verdad, por lo que ellos también pueden. Otra manera de buscar despertar interés es relacionar cada elemento que damos en matemáticas con un uso en la vida real, para luchar contra la extendida y errónea idea de que no sirven para nada.

-Su participación en el concurso ‘Cifras y Letras’ de TVE le ha dado visibilidad, pero ¿cree que la experiencia ha influido en su enfoque como docente y en la forma en la que enseña matemáticas?

-La verdad es que no, ya veía las matemáticas y la docencia así desde hace tiempo. Estudiantes de anteriores centros me han escrito estas semanas recordando cómo jugábamos algún rato suelto en clase a Cifras y Letras, sin conocer ellos el programa porque llevaba tiempo sin emitirse. Sí es cierto es que esa visibilidad me da la oportunidad de engancharles un poco más a la materia e intentaré aprovecharla.

-En el concurso, los retos de agilidad mental son clave. ¿Utiliza estrategias similares en el aula para fomentar el pensamiento rápido y la resolución de problemas?

-No mucho. Hay momentos así, competitivos y lúdicos, y lo uso en talleres voluntarios para el alumnado más motivado o con altas capacidades, pero en el día a día los dosifico por el desafío de paciencia que mencionaba antes. La mayoría tiende a desconectar ante la tensión y no quiero que nadie piense que las matemáticas no son lo suyo.

-¿Cómo estructura sus clases para que sus estudiantes no solo entiendan, si no que disfruten aprendiendo?

-Creo que quien de verdad las entiende, sin referirme a que hagan un buen examen, y les ve utilidad, las disfruta. Así que, además, de todo lo dicho antes intento escuchar mucho sus opiniones, ideas, cómo explicarían ellos un concepto matemático, una estrategia, una aplicación a una situación real, para traer las matemáticas a nuestro lenguaje y nuestra vida.

-¿Y cómo logra que los estudiantes se sientan seguros y cómodos al aprender?

-Lo más importante es el trato personal con los estudiantes, gestionando los refuerzos positivos con empatía, alegría cuando algo les ha salido bien y ánimo cuando no. Dejando claro que no queremos que sufran ni complicarles la vida, sino que lo den todo y prepararles para futuros retos.

-Por último, ¿cómo se siente al ver que sus alumnos se interesan por las matemáticas más allá de como una asignatura?

-Ojalá lo viera en todos y todas, pero en los casos en los que sí, y sobre todo si venían de una visión más negativa, es un tesoro. Le dan sentido y valor al esfuerzo como docente.

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