Hamás ha liberado este sábado, como parte del acuerdo de alto el fuego, a las soldados Karina Ariev, Daniella Gilboa, Naama Levy y Liri Albag, retenidas en Gaza desde hace 476 días. A cambio, Israel tiene que liberar a 50 presos palestinos por cada una de ellas, es decir, unos 200 reclusos. Con aún dos mujeres civiles por liberar, la entrega de estas reclutas podría suponer una violación del acuerdo de tregua, ya que, según lo estipulado, las mujeres civiles tendrían que ser liberadas antes que las soldados.
La oficina del primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, confirmó este viernes que había recibido una «lista de rehenes» que podrían ser liberados, a través de los mediadores, sin especificar si pertenecían al Ejército. El primer intercambio pactado entre los dos actores en conflicto se produjo el domingo pasado, con la salida de las tres primeras rehenes, las civiles Romi Gonen, Emily Damari y Doron Stenibrecher. A cambio, 92 presos palestinos, compuestos por un amplio grupo de mujeres y niños, abandonaron las cárceles israelíes.
Albag, de 19 años, y Ariev, Gilboa y Levy, todas con 20 años, fueron tomadas como rehenes el 7 de octubre de 2023 en la base militar Nahal Oz, en la frontera de Israel con Gaza. Sus rostros se hicieron mundialmente conocidos tras la publicación de vídeos de su secuestro en los que se las veía ensangrentadas y aterradas. Estas cuatro soldados son parte del grupo de 33 rehenes que serán liberados durante esta primera fase de 42 días. A su vez, los ataques contra Gaza se han reducido visiblemente y miles de camiones han entrado en el enclave palestino con toneladas de ayuda humanitaria.