Este lunes 20 de enero, Donald Trump asumió oficialmente como el 47º presidente de los Estados Unidos en una ceremonia de investidura realizada en el Capitolio, marcando el inicio de una nueva etapa política caracterizada ambiciosas reformas.
El evento contó con la presencia con los expresidentes Joe Biden, Bill Clinton, George Bush y Barack Obama, acompañados de sus esposas (excepto Obama), y una destacada representación internacional.
Entre los mandatarios extranjeros presentes, se destacó la presencia del mandatario argentino Javier Milei y la primer ministro italiana Giorgia Meloni, lo que resalta la conexión con el nuevo presidente estadounidense.
Trump, quien ya fue presidente entre 2017 y 2021, prometió reformas claves en temas como la inmigración ilegal, economía y política internacional.
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Según reportes de medios como ABC News y NBC News, el nuevo mandatario firmará más de 50 órdenes ejecutivas el primer día de su gobierno, apuntando a implementar cambios drásticos y de amplio alcance en áreas críticas.
Una de las promesas más esperadas de la nueva administración republicana es la implementación de la operación de deportación más grande en la historia de los Estados Unidos. Trump dejó claro que la seguridad fronteriza será su prioridad, y para ello, planea declarar una emergencia nacional en la frontera sur y reforzar el control con el apoyo de las fuerzas armadas. Además, busca eliminar el derecho a la ciudadanía por nacimiento a través de una orden ejecutiva (decreto).
En el ámbito internacional, Trump prometió tomar medidas inmediatas para finalizar la guerra entre Rusia y Ucrania. Aunque los detalles sobre cómo planea lograr este objetivo no están claros, su enviado especial aseguró que el mandatario tiene la intención de resolver la guerra en un plazo de 100 días.
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Este tipo de promesas refleja el estilo característico de Trump: la aplicación de su enfoque pragmático y de «negociador» a nivel internacional, algo que fue visto con la reciente resolución del conflicto entre Israel y Hamás, gracias a las negociaciones de Trump.
Otra de las medidas prometidas por el presidente electo es la reinstauración de la prohibición del ingreso a las Fuerzas Armadas para personas transgénero, así como restricciones en deportes femeninos y procedimientos médicos relacionados con la transición de género para menores.
Con una serie de órdenes ejecutivas previstas y un gabinete que promete ser tan disruptivo como su estilo de gobierno, Trump se enfrenta a la tarea de mantener su base de apoyo mientras navega los desafíos que acompañan su regreso al poder, luego de 4 años de un desastroso gobierno demócrata.