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Durante los meses cálidos, el jardín se convierte en un refugio que invita a disfrutar del aire libre y a conectar con la naturaleza. Aprovechar esta temporada para renovar y enriquecer nuestros espacios verdes es una excelente oportunidad para explorar nuevas propuestas paisajísticas.
El uso de especies que florezcan en una misma gama de color puede generar un paisaje armonioso donde el color elegido se convierta en el protagonista y las plantas aporten una narrativa visual a lo largo de las estaciones.
El diseño de paisajes cromáticos genera transiciones suaves entre colores. Esto permite que el jardín se perciba como un flujo continuo, donde cada planta y cada tono se conectan de manera fluida. Esta estrategia no solo embellece el jardín, sino que también puede influir en cómo nos sentimos al recorrerlo.
Para un diseño equilibrado, se pueden combinar diferentes texturas y alturas, incorporando plantas de porte bajo con elementos más altos.
Un jardín dominado por el azul no solo es estéticamente agradable, sino que también crea un entorno de serenidad y frescura, ideal para relajarse y disfrutar de la temporada estival. Al incorporar estas especies, puede diseñar un espacio con personalidad y encanto, que resalte la belleza natural de cada planta y favorezca la biodiversidad del jardín.
Los colores fríos, como el azul, el blanco y el violeta, tienen la capacidad de crear espacios relajantes y tranquilos. El azul, en particular, se asocia con la serenidad y el descanso, lo que lo convierte en una excelente opción para jardines destinados al relax o a la meditación.
Coherencia visual: al seguir una paleta cromática, se crea un diseño coherente y armonioso, evitando combinaciones disonantes que puedan restar belleza al espacio
En estos paisajes cromáticos, las plantas con flores azules o tonos lilas pueden combinarse con follajes plateados o grisáceos, creando una atmósfera etérea y refrescante. Esta paleta también puede ayudar a que los espacios más pequeños parezcan más amplios, ya que los colores fríos tienden a retroceder visualmente, lo que amplifica la sensación de espacio.
Un jardín de tonos azules puede invocar paz y tranquilidad, mientras que un espacio con colores cálidos puede estimular la creatividad y la actividad
El follaje es espinoso/ se divide en el otoño hasta la primavera y se siembra a mitad de la primavera.
Prospera en climas fríos y se puede multiplicar por semillas en primavera.
Puede estar en flor durante muchos meses si se la ubica en lugares protegidos del frio.
LA NACION
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