La segunda detención en pocos meses del ex legislador peronista cordobés Guillermo Ceferino Kraisman, en esta ocasión por querer retirar un millón de pesos de un banco con un DNI falso, presenta ribetes cada vez más inesperados. Ahora se reveló que la mujer que lo acompañaba cuando fue arrestado, y que también quedó tras las rejas, era empleada municipal y estaba a cargo de un polideportivo barrial.
Así lo informó el medio digital eldoce.tv, que publicó que Luciana Castro, la cómplice de Kraisman, era coordinadora del polideportivo Ituzaingó Anexo, ubicado en las afueras de la capital cordobesa.
El mismo medio pudo confirmar que, tras conocerse su detención, en la municipalidad decidieron echarla, no sin antes aclarar que Castro no fue contratada durante la actual gestión del intendente Daniel Passerini sino que integraba la planta de trabajadores del lugar cuando este centro era administrado por el Gobierno provincial.
En su cuenta de Instagram, Castro tiene varias publicaciones referidas a las actividades que se desarrollan en el polideportivo. También en redes sociales se la puede ver participando de la inauguración del lugar en noviembre de 2022, en la que estuvo presente el entonces gobernador Juan Schiaretti.
Casualmente, en esa inauguración estuvo presente Guillermo Kraisman, que poco después pasaría a desempeñarse como director de Promoción de Clubes Sociales y Deportivos de la Municipalidad de Córdoba hasta que lo echaron en septiembre último, tras el infausto episodio en el que quiso llevarse sin pagar un paquete de jamón crudo y otros alimentos de un supermercado.
La cuenta de Instagram de Kraisman también muestra detalles de su militancia política dentro del peronismo cordobés, acompañando la gestión de Schiaretti o haciendo campaña por el actual gobernador de la provincia, Martín Llaryora.
Kraisman y Castro permanecen detenidos luego de que el jueves ambos se presentaron en la sucursal del Banco de Córdoba de la avenida 24 de Septiembre al 100, en el barrio General Paz de la capital provincial, con la intención de retirar un millón de pesos de una cuenta que estaba a nombre de una mujer que no era la que acompañaba al ex legislador.
Luego de que la cajera que los atendió en el banco notó que había “varias incongruencias serias” al constatar la firma y el DNI presentado para concretar el retiro, y de que la pareja no diera explicaciones coherentes sobre lo que ocurría, intervino la policía, que los demoró hasta que el fiscal Andrés Godoy decidió la detención de ambos y les imputó estafa en grado de tentativa.
Más allá de estos dos episodios policiales en pocos meses -el del banco el jueves y el del supermercado en septiembre del año pasado-, Kraisman tiene antecentes que se remontan a varios años atrás.
Luego de asumir como concejal en 2003 recibió denuncias por administración fraudulenta en un centro vecinal, por robo de energía eléctrica en su domicilio, y por robo de elementos en el centro vecinal mencionado. Y en 2006 debió dejar la banca por tres imputaciones, entre ellas una por amenazas y lesiones leves.
Además, recibió denuncias vinculadas con su gestión al frente del club Avellaneda de Córdoba. Una por por robar energía eléctrica, y otra por intento de soborno a un árbitro.